Hoy tampoco

HOY TAMPOCO

Me levanto a las siete y voy a la oficina.
Antes, desayuno un cortado.
Preparo los informes,
tengo reuniones,
llamo por teléfono,
uso el fax,
presento documentos,
recibo correo,
son las dos y no he almorzado.

Como de menú del día:
dos platos, postre y café.
Bebo vino y fumo.
Vuelvo a la oficina
sin haber descansado.

Tengo más reuniones,
discuto con uno, me enfado con otro,
miro mal al conserje cuando salgo a tomar un café,
miro mejor al conserje cuando vuelvo,
llamo por teléfono,
mando correo,
me voy a las ocho:
estoy cansado.

Me relajo en un pub irlandés:
bebo cerveza negra, fumo y vuelvo a casa.

Me pongo cómodo, ceno ligero,
conecto el televisor
y me quedo amodorrado.
Se hacen las doce y me voy a dormir:

hoy tampoco te he besado.​

 

Son tantos los besos que, por el puñetero estrés, no hemos dado...

Le quito el cero a este poema para que los compañeros de foro se deleiten con él y éste no sea uno de los besos que no dieron.

Un beso.

 

Yo estuviera mas en el pub que en el trabajo..

Y en lugar de cerveza y cigarros.. Un poco de irish cream..

Y el beso? Shame on You

 

Menos mal que te acordaste de los deberes que no hiciste, quien sabe, tal vez para la siguiente no te olvides. Buen poema compañero.

Un saludo.

 

Necesario es el comentario, tras leer el de Yo Pecador: ¿Irish cream frente a Guiness y Celtas? Lo siento, compañero... no puedo entender tu elección. Quizá -sin duda, realmente- por adicción a los unos y a la otra. En todo caso, ojalá estuviéramos todos más en el pub que en el trabajo.

Y sí, Ana Clavero, son tantos los besos que se lleva al fondo del mar la vida que llevamos... Y aún así, cuando conseguimos uno o dos, ¡saben tan dulces, en vez de tan salados! Y ojalá, como apunta Palini, fuera cuestión de mero olvido, subsanable con aquello de atarse un lazo o rallarse en la mano, como hacíamos en el colegio. Lo más triste de todo es que no hay olvido, sino presencia total y completa del beso que falta... de los besos, realmente, porque por muchos que haya siempre son insuficientes, siempre nacen nuevos que se quedan, dormitando su momento, en los labios.

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Un saludo agradecido por los comentarios.

 

Bueno, yo llego detrás de los otros comentarios... De nuevo volviste a sorprenderme... Has descrito a la perfección la mayoría de "nuestros dias". Besotes muchos.