¡Hoy ya todo es luminaria!

Hoy todo tiene sentido

y nada tiende al espanto,

el gemido trueca en canto

y el dolor… dolor vencido.

La tristeza ha sucumbido

a fuerza de lagrimales…

Llorar no sana los males

pero ayuda a ser calmados

con los ojos anegados

y el alma llena a raudales.


Ya nada llama a la prisa

y todo queda bien cerca.

La Noche no muerde terca

los soles de mi camisa.

Se han posado en mi cornisa

de nuevo los resplandores

que por líricos doctores

curan con versos mi pecho

otorgándome el derecho

de sofocar estertores.


Hoy todo es más fulgurante

y nada luce gastado;

la Vida acoge en sagrado

lo que ayer fue piel sangrante.

A mi lado colindante

late un claro amanecer

con las ganas de acceder

al arcón que llevo dentro

donde guardo lo que encuentro

en mi diario acontecer.


Ya nada agita mi frente

y el Tiempo sirve de abrigo,

vive en lo que está conmigo

y en mi experiencia viviente.

La Verdad más contundente

la alcanzamos necesaria

donde habita candelaria

la Luz de mayor candela,

esa que te remodela

de forma extraordinaria.


¡Hoy ya todo es luminaria!

 

Muy cierto. Así es.
Francamente.
Sin escondernos.
Siendo tal y como somos.
Matrimonio, pueblo, Reino de los Cielos.

 

Un gusto leer tu composición!!!
Nélida

 

Un placer pasar y disfrutar de tu poesia, un abrazo afectuoso, saludos poeta.

 

Muchísimas gracias, Nommo. Saludod cordiales.
Esteban.

 

Muchas gracias, Nélida. Saludos.

 

Muchísimas gracias, jalvarez. Un abrazo bien fuerte.
Esteban.