Humanidad sin freno: pura plaga

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En el Día de la Tierra

Soneto moral

La Humanidad sin freno se propaga
como peste morbosa incontenida
por el planeta que le dio la vida
sin prevenir su condición de plaga.

Su avaricia sin fin todo se traga:
con fatal inconsciencia dilapida
tesoros sin repuesto y, sin medida,
toda la mierda que procesa caga.

¿Será cual levadura que, en la cuba,
deglutiendo glucosa alcohol produce
hasta que ese desecho, al fin, la mata?

Dejar que la codicia rija y suba
sabiendo a los infiernos que conduce
¿es de ser racional o indigna rata?

Y si no enderezamos el camino,
a diferencia de la levadura,
en nuestra cuba no hallarán ni vino.


Referencia del poema: http://ciposfred.blogspot.com

 

Vale amigo Francisco. Me pongo de pie, me quito el sombrero, me quedo en pelotas si hace falta, para decir BRAVO BRAVO Y BRAVO. Joder, que maravilla, ya no solo como escribes, que eres todo un tratado de buena poesía. Sino lo que dices y como lo dices. Que verdad que la humanidad ya no tierne ni freno ni conciencia. Que lo que vamos a dejar de herencia, es más para sonrojo, que para sentirse orgulloso. Si señor, cumplista la obligación de un verdadero POETA, denunciar. Y de que manera. Te doy la enhorabuena, muis cinco estrellas y porque no hay más y sobre todo mi cariño, admiración y respeto. Bravo de nuevo.

Un abrazo de tu amigo Juanjo.

 

Te agradezco de corazón tu cálido comentario, Xuacu. Lo que sería de desear es que entre todos vayamos formando conciencia de este terrible riesgo en que hemos puesto al planeta por la falta de sensibilidad ecológica sobre nuestras acciones y costumbres. Va en ello el futuro de nuestra propia existencia como especie, como necia especie.

Un abrazo,

 

Humanidad sin conciencia ni freno, no les importa que quede en esta Tierra.
No les importa lo que arrasan, las vidas que matan, las casas que queman.
Lo único quw quieren es más y más, pero yo me pregunto: ¿Más de qué? si ya no queda nada. Pronto solo habrá un mar negro, bosques quemados, ni una pizca de aire puro para poder respirar.
Tu poema muy sentido, tus palabras tienen fuerza. Me uno a tu reclamo.


Un beso.
Ballenito.

 

Caballero, que buenos versos. Con la rapidez que estamos destruyendo este Planeta, no hay buenos augurios.
Un abrazo
Chepeleón.

 

Lo malo, amigo Ballenito, es que esta crítica no puede hacerse en tercera persona sino, acaso, en segunda. Todos estamos acabando con el planeta. Todos estamos embarcados en esta empresa, tanto más con cuanta más codicia vivamos. Pero todos.
Yo presumo de no tener coche, de no haberlo tenido jamás, de haberlo rechazado radicalmente por principios. Nunca quise ser cómplice de ese soberbio acto de despilfarro por el que "ponemos en marcha un apestoso artefacto que, mediante una ruinosa inversión energética, necesita mover 1.500 Kg. de chatarra para llevar a ninguna parte 75 Kg. de gilipollas". Y no obstante, como miembro de esta sociedad del despilfarro, ¿acaso no participo yo a través de todas mis actividades y costumbres, al aceptar las "facilidades" del nefasto sistema capitalista, de la destrucción colectiva del planeta? POR SUPUESTO QUE SI.
Este asunto no se soluciona mas que con una transformación cultural y social de todo el conjunto de la Humanidad. Es preciso encontrar la manera de conciliar la vida del Hombre con la conservación del Planeta. Y esto sólo puede hacerse con un cambio global y urgente. Va quedando poco tiempo.
Un abrazo,

 

Muchas gracias, Chepeleón. La verdad es que en este tema hay poco márgen para la metáfora. Considerar a la Humanidad como plaga es un punto de vista que se atiene estrictamente a la definición que da la Biología del fenómeno llamado Plaga. Podría llamarse plaga a toda especie que habiendo vencido o superado a sus enemigos naturales se reproduce ya sin trabas de forma explosiva destruyendo el medio que le da (o permite) la vida. En ese sentido propio afirmo que el Hombre, la Humanidad son una plaga que asola sin freno alguno el planeta Tierra. No creo que acabe con él pero si con las condiciones medioambientales que permiten la vida de la propia especie humana. De ahí la magna estupidez del proceso: con la codicia por guía no tenemos más capacidad de reflexión que una bacteria primitiva.

Un abrazo,

 

Tines razón, todos cabamos con el planeta de una manera u otra, simplemente aceptando lo que la sociedad impone, lo que nos enseñan.
Yo tampoco tengo coche, jajaja.
Igualemente este tema es como otros, por ejemplo las guerras, el racismo, la violencia...
Nunca se acabarán, siempre habrá de todo eso y por supuesto el planeta cada día tendrá menos vida. Y es que or desgracia aunque nos unamos unos pocos, seguirá igual todo. Con esto no quiero decir que entonces nos quedemos de brazos cruzados sin hacer nada.



Un beso.
Ballenito.

 

La especie humana tiene que demostrar su pretendida naturaleza de ser superior, culminación de la evolución, creando instrumentos efectivos de autocontrol que le permitan convivir en paz con el planeta. De momento lo único que ha probado es que puede dominar o eliminar a todos sus "enemigos" excepto a él mismo (el peor de todos), lo que lo convierte en una terrorífica plaga.

El hombre para subsistir debe ser capaz de transformar su propia (y letal) naturaleza: de "homo terrae lupus" a "homo terrae amicus". Amen.