Imágenes del pensamiento

Hip hoppera descubrió con impaciencia maníaca, que sus pensamientos, tenían luz propia.
Llegó a esa conclusión, luego de indagar durante un tiempo más que considerable, en la búsqueda de un modelo de pensamiento.
El constante asedio de nuevas propuestas, que le iba generando el mismo éter, inspiraba ya, a estas alturas, una desconfianza de si mismo.
Intento huir de sus tesis, en si, de su tan persuasiva literatura Hip hop, sin intentarlo; pues erró el camino, ya que huía físicamente, y el caso era fragmentar las partículas de su mente, la arrogancia itinerante que lo impulsaba a los leones, que él mismo concebía, era tal, que la opacaba con su inspiración.
Así abría empezado Tales de Mileto, aseguraba obsesivo, desde ese punto de partida, en cada movimiento, en cada detalle.
Se preguntaba en ocasiones.
¿Que pretendía con su ilimitación inquieta?
Porque todo conllevaba a un propósito, todo era un disparador de nuevas ideas, formas de pensamientos, esa fuente inagotable de certezas y de probabilidades, que un segundo mas tarde ultrajarían las proximidades aparentes.
Pero esa fuente inagotable de agonías, se dormirán un día.
Quedaran transformadas en alegóricas subcategorías de horizontes que, aunque a veces inexactos, interpretaran arcaicos pareceres ávidos de síntesis.
Súperposicionamientos y formulas de vivir la vida en ocasiones, con capacidad de crítica, con el tonelaje permanente para modularlo todo, y categorizar diferentes formatos de pensamientos.
De modo que otra vez, estaba en el principio y con él, ese glosario impune y nocivo que irresuelto o no, lo caracterizaba.
El exterminio de los caminos sin la exploración suficiente para abolirlos.
Temía de sí, la siguiente directiva que impartiera una nueva orden.
Con acrónimos, transliterando cada imagen de su mente.
Lexicalizando toda efecto simbólico, que compondría su impronta, de aquí en adelante.
Para interpretar las imágenes de sus pensamientos.