Imágenes en un espejo de latón bruñido

IMÁGENES EN UN ESPEJO DE LATÓN BRUÑIDO



Desconcertadas olas sin relieve

apenas musitada su espesura

delicia como besos, aunque breve

avanzan limitando tu figura.



Tenues reflejos de un mundo apagado

cenizas sin brillo o trozos de espejos

traen como ofrenda de pan especiado

tu voz en caricia de paños bermejos.



Fueron tiempos de cal estremecida

aquellos del amor sobre las piedras

vigilados por la luna azul y clara



cánticos de oración adormecida

nos llegaban como susurro de hiedras

desde el pozo de tus ojos de almenara.



Ilust.: "Gitana dormida". Henri Rousseau, "le Douanier"



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Muchas gracias, Marianne. Es lo menos que podemos hacer para agradecer vuestra compañía. Un abrazo,
miguel

 

Gracias, Marianne, por adornar este poema con tu lectura. Un cordial abrazo
miguel

 

Quedan solo reflejos, simbolismo de los tiempos afortunados, una grieta que late
convergente en la huida aturdida que clama por esa calcinacion, el seno es abrirse
a esps oos como una fortuna alzada desde el sueño. saludos amables de luzyabsenta.
verdaderamente excelente

 

Hola, Cecy B, mi querida compañera: En cierta medida poetizar es trasladar sueños al plano físico. Ardua y espinosa tarea. Posiblemente también tú hayas experimentado esa sensación de impotencia cuando, al despertar, esos retazos de sueño de la vigilia que quieres plasmar en palabras, se te escapan iremediablemente; y la mente se queda en blanco, papel virgen para nuevos sueños. Entonces no queda otro remedio que "inventar" sueños, soñar despiertos; y eso en nuestra sociedad materializada y pragmática, está muy mal visto. el premio, la compensación es que personas como tú sepan verlo así. Muchas gracias por tu elogioso comentario. Abrazos hacia esa mi "ciudad soñada",
miguel

 

Esos reflejos que quedan, querido Carlos, al ser sobre un material tan dúctil, son inexcusablemente reflejos deformados. Lo que es una buena excusa para transformarlos en "cosa poética". Así se hace la vida más llevadera ¿no crees?. Abrazos,
miguel