Immanuel

En la década silenciosa, intentó buscar soluciones a diferentes problemas que comprometían su tiempo.
Una oscura erradumbre, convivió junto al diafragma de su poesía, dilucidó una luminiscencia en su rumbo.
Privativa y resolutiva renuencia, en contra de su cita literaria, dogmatizaron sus más íntimos sentidos, llegando al borde de situaciones indefinidas.
Su ampulosa llanura mental, catapultó su idea abstrusa, sobre las cúspides obsoletas de un denodado individualismo.
De vuelta a las ciencias y a las artes, adentró su inconsciencia al éter.
Saliendo del silencio, infundó y mitificó el camino de la metáfora.
Su vida transcurrida sin comprometer de ningún modo a su corazón, trazó su vida en la amplitud de la simbiosis intelectual, la que lo doblegaba.
Remitido a estudiar y redescubrir el pensamiento y la razón entre otros temas.
Amplias investigaciones inagotables sobre el empirismo, basado en la experimentación, experiencia y la percepción.
Lo preservaran por siempre en los antecedentes de la filosofía universal.