Incordiando bonachonamente

A ver, ¿por qué visita mucha gente mis vómitos impresos y son pocos los que contestan? No sé si tal cosa sólo me sucede a mí o le ocurre a más poetastros.
Si alguien estima que la composición es algo horrible, ¿por qué no decirlo?
El mejor desprecio no es no hacer aprecio. El mejor desprecio es el manifiesto, además, así se inicia una discusión que, si es amena, te puede sacar del tedio.

Salud!!!

 

He dao con la respuesta, cuando alguien comenta, el tema sube, no? Pero, ¿a dónde sube?

 

Bendita sea la ironía. Cuando me manden a paseo te doy un toque y charlamos un rato de chavas por el camino de chopos.
Si algo de lo mío aborreces, escúpeme en un ojo. Avísame antes al menos y así lo cierro.
Gracias por la aclaración.

Un saludísimo.

 

Todo el año es época de amar, debemos amar,
pero tal vez la navidad nos una un poco más,
puede ser hermosa y nostálgica a la vez.
Lo que debemos hacer es tener fe.
Sea cual sea tu religión, intenta dar amor y pensar que el futuro será mejor.
Te deseo salud, paz, amor y felicidad en tu vida, que la poesía nos una cada día más como hermanos, conformarte con lo que tienes y eres, acéptate a ti mismo y transmite tu paz y amor a los demás.
Que Dios os bendiga; hoy, mañana y siempre.
Es el deseo de toda mi familia para ti.

 

La navidad me la paso por la esencia de la hombría cuando, después de haber trabajado durante larga y fatigosa jornada, tiene más sustancia.
Fe? Ah sí eso que viene de colombia, pero se dice café; que te pacha en la boca que te trabas, pronuncia bien. Ah, la fe! Eso que taladran los curas en las catequesis a chavales inocentes y sin culpas. Paso, no fumo de eso.
Yo a ti no te deseo, no es por nada, me van las hembras.
Salud, sí, paz, ele, amor, ea. Felicicualo? Hermano?
No, me aburriría un huevo contigo, dicho sin ánimo de lucro ni ofensa.
Ea, me conformo, la codicia que marca la frente de la parroquia cristiana no me la pone dura, la imaginación digo.
Me acepto, y trasmito lo que me da la real gana. Ante el oprobio y la ignominia no voy por ahí cansando la cabeza a nadie, espetando sermones que no serán de recibo.
PDt: mi familia no te conoce, no sé que opinará de ti.