Inmundicia

La espumeante barrera neutral de tu infame griterío avernal,se desmorona al compás de tu acelerado e inmundo corazón de gelatina,a punto de expirar.Y mientras,una osada arpía clava sus zafias uñas en el techo entreabierto de un cielo hecho de chocolate,derritiéndose mientras tú ya callas por el sagrado pánico que infundió sobre ti un dios tuerto y testarudo que bebe ginebra para berrear con más fuerza.Pues tal díscolo numen cree,en su obtusa sapiencia,que el temor y la sangre de la blasfema redención,se hayan en el vozarrón que consiga hacer explotar,con el agudo timbre que todo un osado castrado es capaz de reverberar,el jarrón a rebosar de inmundas ortigas;cuyo urticante veneno peliagudo hace pronto brotar en tu piel de reptil facineroso la salmonela tenebrosa,a punto de hacer germinar granos aberrantes de inmundo y malsano pus.