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Insomnio

Tema en 'Prosa: Obra maestra' comenzado por mistenig, 10 de Junio de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 644

  1. mistenig

    mistenig Poeta recién llegado

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    14 de Junio de 2008
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    Lloraba angustiosamente sobre su pecho, y le gritaba te amo repetidas veces, le suplicaba perdón, le rogaba por su compasión. – no quise ofenderte le susurre al oído- tu sabes que no controlo mis palabras, ni mis impulsos, soy esclavo de mis intuiciones. Me decía que me tranquilizara , que ella entendía que los problemas que me abarcaban eran más fuertes que mi fuerza de voluntad, pero me suplico que no lo volviera hacer. le prometí por milésima vez, que no volverían a escapar lágrimas de su tenue rostro, que jamás mis actos serian artífices de su tristeza.

    Sus inmensos ojos color sol, dulces como los aromas en primavera , y expresivos como los colibrís danzantes , pero aún con una leve inflamación por el tiempo que sus lágrimas osaron permanecer en sus parpados , lograron con suavidad tranquilizar mi indomable espíritu.

    Era mi alma irritante, y agobiante ante la presencia de los seres del mundo, un espíritu dispuesto naturalmente a la mortificación, disposición que se tenía al vivir en un insomnio perpetuo, enfermedad propia que surgió a raíz de un mal crecimiento en la zona traqueal. Justificado me encontraba, pero no era razón suficiente para causar tal dolor a esta alma tan hermosa y frágil, aunque mi ánimo normal era de mil demonios, por mi incapacidad para conciliar el sueño. Y aunque mi cuerpo era fuerte como el roble, mi corazón luego de horas sin dormir , se convertía en fuente de las más inmundas expresiones, de los más oscuros pensamientos y de las peores palabras existentes. y a pesar de plantear el peor de lo escenarios posibles, ella simplemente me perdonaba y me volvía amar como si su corazón fuera origen inagotable de amor , belleza y compasión. –llorando admito: cuantas palabras soeces nacieron de mi boca, y rasgaron su corazón. No tengo ni idea y nunca me lo podre perdonar. Pero al llegar la noche mi corazón lloraba de dolor, por ser incapaz de expresar aunque fuese con un aliento un detalle de amor. Así, que la trate peor de lo que se tratan a los presos que cometieron inhumanos delitos, no sabía amarla , pero sabía alejarla lo suficiente como para que nunca quisiera de nuevo que me encontrara con ella. Huyo de mí como la presa al depredador, como el sol a la luna, el viento al vacío, ella no era culpable de mi extraña enfermedad, pero ella merecía ser feliz. - Voy amarla por la eternidad- Solo puedo amarla un momento en la noche, un instante que mi corazón tiene algo de bondad, porque el odio matutina descansa, y abre una ventana a un pequeño y hermoso sentimiento de piedad. De esta forma, Ella nunca sabrá que el alejarla fue un acto de mi propia voluntad, que siempre en mi pensamiento estaba que ella merecía algo mejor, que yo solo era un monstruo asqueroso que no sabe otra cosa en las noches más que llorar.
     
    #1
    Última modificación: 16 de Septiembre de 2018
    A homo-adictus le gusta esto.

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