Instantes

Un hilo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, el lugar ni la circunstancia. El hilo se puede estirar o enredar, pero nunca se romperá.​

–Sir Muse–​

Hay instantes que perviven entre el discurrir de los días. Ratitos de lunes o domingo. Tardes de jueves o viernes. Instantes, ratitos y tardes que se repiten, que siguen sucediéndose casi idénticas, así sea martes, miércoles, sábado, en fin.

Esos espacios sin tiempo, que ralentizan el tiempo, provenientes de un pasado reciente o remoto, nos liberan de la monotonía, nos hacen reír con otra boca, en otro rostro, mirándolo con nostalgia y sintiéndonos tan ligeros como la brisa tras la cual solíamos pasear acompañados por el parque.

Luego nos sentamos, a escuchar el cielo y saborear la música con un beso de fondo dándole alas al corazón, que se va volando alto mientras terminamos el café. Son las cinco, las cinco de siempre, del mismo día, del día en que nos vimos por primera vez. Quizás fue un lunes, o un domingo. Quizás fue en enero, o en septiembre. Quizás fue este año, o el anterior. Pero entre quizás y quizás, solo sé que ese día, ese dichoso día sigue siendo, repitiéndose cada día, todos los días, de tarde, a ratitos, en instantes que me parecen y seguirán pareciéndome una eternidad a tu lado. Gracias por todo. Fue lindo conocerte.