Intemporal

La tristeza es una parte de la vida
es cíclica y renace
el pasado siempre nos encuentra
entre las calles y los bares,
en los rincones olvidados
de esta ciudad;
lastimarnos es el nombre del juego
dejarnos un dolor eterno
un área en gris entre amar y odiar;
ya no te pido permiso
tampoco te pido perdón
sabíamos que esto iba a pasar
culparnos es lo único que nos queda
el daño no se construye en un día
he sido cruel y a golpes me enquisté en tu alma
en cambio tú en silencio te quedaste con la mía
un intercambio lleno de promesas vacías
acompañando este desprecio por la vida, que se va desvaneciendo
a la velocidad de un punto muerto.

Me dijiste que te gustaría ver la vida
a través del cristal de la gente feliz,
cada uno se engaña como quiere
puedes querer cambiar, fingir que no sientes su desdén
por ser lo que eres;
yo sé de tu dolor
puedo leer tus ojos, oler tu miedo desde lejos
saber de las palabras quedaron en tu boca, sin llegar a su destino
porque es el mío;
nada puede cambiar esta verdad inmarcesible
nacer o morir es solo un viaje sin regreso
que transitamos solos e indefensos
y el alma es algo que no nos pertenece
tampoco la esperanza
los recuerdos con el tiempo son olvidos
sólo quedan las marcas de los años vividos,
el cansancio al tan solo respirar
los pies que se arrastran, en lugar de caminar
pensamientos que se pierden en el limbo
arrugas y la mirada perdida
la cruel agonía de la eterna espera
que precede el final.

 

Dolientes letras que traspasan el alma, en ese estado la tristeza nos lleva
a despreciar la vida que asumimos sin muchas ilusiones, pero a veces la
misma vida nos sacude y nos hace reaccionar. Placer leerte poeta, gracias
por regalarnos este pedacito de tu corazón. Besitos cariñosos apretados en
tus mejillas.