jardín de Rá...

Jardín de Rá...
Los grandes exquisitos en la caravana, saben que algo glorioso les aguarda...las pezuñas de los caballos en su carrera, levantan estelas de polvo, como flores doradas sobre la arena del desierto.
Las palmeras bordean el oasis y el agua deja su quietud bajo la caída de los dátiles.
Un viento sutil, mece la arena en cortinas a ras del suelo, y los pies vuelven a construir senderos sobre las tumbas, en estos paseos en los que me siento parte del mundo.
Paisajes en sombras, aniquilando la luz del miedo.
He oído tus pasos en la escalera de piedra...y la silueta de tu cuerpo ha danzado sobre la pared, como una enredadera...
Han sembrado trigo y cebada en los jardines del templo y pequeñas hojas verdes emergen formando ondas con la suavidad del aire cálido del atardecer.

Tierra caliente de fuego mudable ...¡ no te asustes !
Han encendido velas junto al camino...y el destino ha comenzado a cumplirse.
Ahora la caravana es el largo y sinuoso cuerpo de la serpiente.
Clavadas las antorchas encendidas junto a la tienda donde aún duermes...El desierto nos vigila y nos protege...eres la llamada mística de sus arenas cálidas y vivas...Soy nómada...y tú has construido mi hogar en tu arena amarilla...


Grano de arena...el desierto guarda silencio...cuando las caravanas inician su recorrido hacia los oasis. Los hombres, se transforman en viento y nada de ellos se corresponde con las dunas.
Un camello recorre incansable el desierto y entre barruntos...huele el agua y sus bramidos empiezan a ser insoportables. Un caballo es libre...un halcón vuela sobre nosotros y alcanza su presa.
Un beso tuyo me ha llegado deslizado entre las capas de calor...he sentido tu piel en la mía...y al introducir mi mano entre la ropa...la arena cálida me ha llevado a ti.
Minúsculos granos...han quedado entre mis dedos...tibios como tus labios y secos como tu piel tostada...He pensado en el comienzo del mundo...en las rocas encendidas como ríos de fuego sobre la tierra...en los choques de unas contra otras...hasta romperse y hacerse más y más pequeñas...he sentido, el golpe de las olas sobre esas piedras cada vez más suaves...hasta alcanzar en tamaño diminuto de su esfera...tu estás...como el universo que se ha roto en singular cadena de piedras y piedras...transformado finalmente en arena...sobre mi.

 

Estupendo poema de Istet fue una delicia leer estos versos en una noche nublada y tranquila.

Abrazos fraternos,
Guadalupe

 

ENCONTRARTE ESTA MAÑANA AL ABRIR MI CORREO...HA DESCRITO UNA ELIPSE EN TODO MI TIEMPO...AMIGA MÍA