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Joaquín Alvarado conoce a Adriana (segmento de novela)

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Rata de Bulín, 30 de Mayo de 2013. Respuestas: 1 | Visitas: 1106

  1. Rata de Bulín

    Rata de Bulín Poeta recién llegado

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    Había también otra muchacha que se llamaba Adriana. Yanina se la había presentado en una ocasión en la que coincidieron los tres en el local. Lo que en realidad sucedió aquella vez fue que el mismo Alvarado las había tomado por sorpresa un día que fue al negocio a retirar dinero de la caja en un horario en el que se suponía que debería estar en su casa. Las muchachas tomaban mates y charlaban con tanto entusiasmo que no habrían notado su presencia de no ser por el llamador eléctrico que estaba instalado en la puerta. “¿Está buena?” le había preguntado Marcos al día siguiente mientras Alvarado le relataba lo sucedido. Lo cierto es que estaba más que buena. Era una pequeña muñeca de porcelana, rosada y pecosa, con el cabello rojizo y unos ojos verdes capaces detraer al hueco del espíritu los fuegos terrenales de un amor de escuela primaria. Su único defecto era una voz notoriamente nasal que lo exasperaba en sobremanera, pero afortunadamente el inquebrantable respeto que imponía desde su posición de jefe provocó que las dos muchachas no hablaran más que lo mínimo y necesario. Adriana solo se había limitado a decirle “Buenos días señor Alvarado” con una evidente ansiedad en la voz que había embriagado el alma abreviada de aquel pobre hombre de una ternura límpida e ineludible. La chica se había puesto de pie de un salto y sostenía, a la altura del pecho, el termo en una mano y el mate recién cebado en la otra. Estaba tan tiesa y pálida, con los ojos tan abiertos que daba la impresión de querer atrincherarse detrás de aquel equipo matero resguardándose de la profetizada ira de Alvarado. A este le había resultado tan gracioso verla allí tan tensa, que vilmente se abstuvo de devolverle una sonrisa con el único objetivo de evitar que la jovencita rompiera la pose. Aquel encuentro accidentado pero profundamente satisfactorio, al menos para él, fue la única vez que estuvieron los dos frente a frente. Otras veces,cuando Alvarado entraba al local haciéndose el tonto y sin apartar la vista de su teléfono celular, la muchacha corría a esconderse a uno de los probadores. En esas ocasiones se tomaba la libertad de permanecer más tiempo del necesario,deteniendo su atención en detalles sin importancia y aplazando fingidamente cada una de sus acciones. Lo hacía porque disfrutaba del nerviosismo mal disimulado que invadía a Yanina, pero también porque gozaba de saborear el perfume de aquella muchachita que enmudecía tras la cortina azul, probablemente con el termo en una mano y el mate en la otra. Esa era una de las imágenes que se hacía Alvarado en su mente. Aunque no era la única, había otra en la cual la muchacha aparecía totalmente desnuda y lo llamaba por su nombre.

    El segmento pertenece a la novela "El pastizal". Dicha obra fue registrada pero aún no ha sido editada, mitad porque no tengo el dinero y mitad porque le estoy haciendo unos cambios leves. La mitad más grande es la del dinero.
     
    #1
    Última modificación: 30 de Mayo de 2013
  2. Rata de Bulín

    Rata de Bulín Poeta recién llegado

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    Tuve que editarlo porque al publicar varias palabras se fusionaron. Pido disculpas a quienes hayan sufrido de una lectura incómoda a causa de este problema.
     
    #2

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