1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Juanita

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por farfadette, 10 de Enero de 2010. Respuestas: 2 | Visitas: 752

  1. farfadette

    farfadette Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    27 de Julio de 2009
    Mensajes:
    27
    Me gusta recibidos:
    0
    Juanita
    He tenido una experiencia que espero de corazón nunca más vivir.
    He visto la muerte, he sentido el dolor, la perdida, he visto como la vida puede terminar en tan solo algunos segundos. Era la primera vez que vivía algo así, llevaba casi un año cuidando a una persona mayor, ella era una persona con mucho humor, muy cariñosa y tenía algo especial que no sabría explicar. Su vida no fue fácil, perdió al amor de su vida de la manera más trágica que puede existir: el suicidio. Hablamos mucho de las almas gemelas, de ser capaz de morir por la persona a la cual amamos, pero muchos creen que solo existe en la ficción, que no es real. Pues esa mujer si conoció ese amor, y él se quito la vida por amor, no voy a entrar en detalles porque la historia es bastante triste y no quiero echar más drama a este texto.
    Juanita, así se llamaba ella, juanita, tenía 90 años y parecía un principio de alzhéimer, y muchas dificultades para caminar, lavarse, comer… pero tenía una fuerza de voluntad increíble y era capaz de cosas increíbles. No voy a contar toda mi historia con ella porque sería demasiado largo, pero necesito exprimir todo lo que sentí al final.
    Hace dos semanas ingreso en el hospital porque tenía una infección, ella entro muy débil pero era capaz de comer, hablar, moverse o al menos mover algunos miembros. Pero a los pocos días su estado se fue degradando a tal punto que solo verla me procuraba un gran dolor. Primero dejo de hablar, y aunque su mirada decía mucho, no podíamos saber lo que realmente sentía. Sus ojos reflejaban tristeza y sobre todo miedo, y mientras intentaba hablar podía percibir su dolor pero sin poderlo aliviar.
    A los pocos días perdió las ganas de comer, aun peor perdió el reflejo de comer. Obligados a ponerle suelo sus manos y sus rodillas se hincharon monstruosamente. Poco a poco fue perdiendo la movilidad hasta quedarse completamente quieta.
    Los médicos decidieron entonces ponerle una sonda para alimentarla, pero a los dos días su cuerpo no lo soportaba y lo expulso todo. Sin manera de alimentarla, comenzó a perder las pocas fuerzas que le quedaban. Sus manos y rodillas seguían engordando, su mirada exprimía cada día más su sufrimiento y su miedo, ella sentía que el final se acercaba y no podía avisarnos. No puedo ni imaginar lo que debe ser, aunque me recuerda a la sensación de las parálisis del sueño, cuando te sientes en peligro y que intentas gritar o correr pero que no puedes, solo pensarlo tengo escalofríos.
    Recuerdo aun su cuerpo lleno des escaras, sus ojos abiertos mirando hacia el cielo. Era como se viese una luz y que no quería ir hacia ella, parecía tenerle miedo pero al mismo tiempo daba la impresión que la necesitaba. Su respiración comenzó a ser irregular así que le pusieron el oxigeno, al principio solo por la nariz, pero al poco tiempo solo respiraba por la boca y se le puso mascarilla.
    Es muy difícil para mí escribir, contar esta historia porque es muy cercana y cada palabra trae de nuevo a mi mente cada momento. Pero necesito realmente deciros lo que sentí, lo que siento.
    Los días pasan y sus males aumentan, mascarilla en boca, parches en todo el cuerpo, manos desproporcionadas, mirada perdida y sus ojos, sus ojos gran abiertos. Creo que fue lo que más me impresiono y lo que más recuerdo. Podía leer y sentir tantas cosas a través de ellos.
    Pero una mañana esos ojos mostraron otra expresión, una sensación de vacío como si ella se hubiera ido pero que su cuerpo seguía funcionando. Era extraño porque parecía que lo único vivo en ella era su corazón, que su alma iba en camino hacia la luz. Sus ojos se quedaron 2 días abiertos, sin pestañear una sola vez, si...juanita ya no estaba con nosotros. Pero seguía viva, su respiración cada hora más irregular y más difícil hasta que una mañana del 7 de enero todo termino. Vi como echaba su último suspiro, y después llego el silencio.
    No podéis ni imaginar lo que fue ese momento para mi, sobre todo cuando la enfermera nos dijo “lo siento a fallecido”, os puede parecer una imagen típica, pero es como si la tierra había dejado de girar y que todo a mi alrededor si había parado, mientras esas palabras se repetían una y otra vez en mi mente. Mi corazón se acelero, y mis ojos parecían dos fuentes. No podía dejar de llorar y al mismo tiempo me sentía aliviada por ella. Pero saber que su vida termino en tan solo unos segundos me dio que pensar. En realidad nos somos nada, nuestra vida está colgada de un hilo tan frágil que se puede romper tan rápido.
    Siento tanto dolor cuando pienso en ello, y no consigo sacarme de la mente todas esas imágenes. Esta mañana la enterramos, vi el ataúd ahí frente a mí. Y podía imaginar a juanita adentro, descansando en silencio y por momentos me sorprendía pensado en que en todo momento se iba abrir y ella nos miraría preguntándose qué hacia ahí. Aun no me creo que se haya ido. Cuando la metieron en su tumba realice que había muerto y mi cuerpo se lleno de escalofríos. Pensaba en lo sola que iba a estar metida en un boquete oscuro, ella que era tan miedosa, y necesitaba siempre compañía. Pensaba en la noche fría que iba a llegar y sentí tristeza. Después pensé en su cuerpo que iba a descomponerse y sentí miedo. Pero por fin pensé que en esa misma tumba se encontraban los huesos de su marido, de su alma gemela, del amor de su vida y entonces sentí alegría. Estaban juntos, para la eternidad, no estaba sola, ni tendría miedo. Y poco a poco imagine a juanita caminar hacia la luz viendo a lo lejos la silueta de un hombre que le tiende la mano y que se alejan poco a poco juntos.
    Puede parecer estúpido, pero prefiero pensar así. Pensar que fue feliz y que ahora lo será mucho más. Que sepa que la queremos y que la extrañamos. No han pasado ni 3 días que ya se puede sentir el gran vacío que a dejando.
    Bueno esta es la historia, mi experiencia con la muerte, ahora veo la vida de manera diferente, pero aun tengo miedo, porque no sé lo que hay después pero de una cosa estoy segura es que su alma esta en el paraíso y que estará para la eternidad con la persona a la cual mas ha amado.
    Hasta pronto Juanita!
     
    #1
  2. ROSA

    ROSA Invitado

    Vaya relato que nos has dejado,........ese relato digamoslo, es hoy en dia muy simple(quiero decir muy al dia) hay muchas gentes queviven asin, esperando su turno, porque no hay nda que les llegue,cren que ya lucharon lo bastante y esperan su muerte, no hace falta tener 90 años on la mitad es suficiente.Una prosa que me llego hasta lo mas hondo.Un abrazo
     
    #2
  3. ROSA

    ROSA Invitado

Comparte esta página