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Julia de Burgos - Puerto Rico

Tema en 'Poetas famosos, recomendaciones de poemarios' comenzado por VAGABUNDO, 11 de Marzo de 2005. Respuestas: 0 | Visitas: 6490

  1. VAGABUNDO

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    JULIA DE BURGOS
    (1914 – 1953)

    Poetisa, dramaturga y educadora puertorriqueña. Nació en el Barrio Santa Cruz, en Carolina, Puerto Rico. Falleció en Nueva York, Estados Unidos. Su obra puede ser caracterizada por una capacidad enorme de proyectar la feminidad de su tiempo. Pero también por la problemática personal, tanto de su vida ajetreada y, a veces, hasta turbulenta, como de la intuición de su inminente su muerte.

    Su familia era numerosa y pobre, pero sus padres se preocuparon por la educación de sus hijos. En el Barrio Santa Cruz, asistió Julia a la escuela primaria. Desde niña mostró una gran inteligencia. En ciudad Carolina lleva a cabo sus estudios secundarios. Terminada la secundaria, ingresó en la Universidad de Puerto Rico, recinto Río Piedras. Sin embargo, no terminó sus estudios superiores, aunque, antes de dejarlos, obtuvo el Certificado de Maestra.

    Desde su inicio en el magisterio se dedicó a la creación poética. Uno de sus primeros poemas fue el famoso "Río Grande de Loíza". Por ese tiempo, se puso en contacto con algunos de los poetas puertorriqueños modernistas, como Luis Lloréns Torres y los vanguardistas Luis Pelés Matos y Evaristo Rivera Chebremont. En su poesía se refleja su problemática vital en todos sus aspectos: el feminismo, una vida ajetreada y el amor bajo sus múltiples vertientes, a veces con una sencillez atractiva, pero lo más común bajo la nota de un amor altamente sensual, erótico y desgarrador. Recuerda, servatis servandis, la poesía amorosa y torturada tanto de la uruguaya Delmira Agustini como de la argentina Alfonsina Storni, en particular por su fuerza expresiva.

    En 1940, Julia Brugos viajó a Nueva York. En esta temporada fue muy activa, tanto en recitales de su propia poesía, como en discursos pronunciados en diversos centros culturales, casi siempre invitada por puertorriqueños radicados en esta metrópoli.

    Abandona Estados Unidos para pasar a Cuba, uniéndose al doctor Jimenes Grullón, y en donde continuó con sus proyectos de conferencias y producción poética. Pudo identificarse fácilmente con el pueblo cubano, pero se le descubrió el incipiente cáncer mortífero, que le afectó su vitalidad y su producción poética.

    Pronto tuvo que dejar Cuba, porque ocurrió la precipitada ruptura con su amante, el doctor Jimenes Grullón. Salió, pues, de Cuba para irse nuevamente a Nueva York. Conoció allí al músico Armando Marín. Se casaron y se trasladaron a Washington. En esta ciudad conoció brevemente al laureado poeta Juan Ramón Jiménez..

    Volvió a Nueva York, pero su actividad literaria mermó mucho, debido a que, además del cáncer y de su inestabilidad psíquica, se vio adicta al alcohol y, a consecuencia, se le desarrolló una fuerte cirrosis hepática. Todo ello la llevó a una temprana muerte.

    En vista de su reputación y prestigio literarios, en 1987 el Colegio Universitario de Humacao le otorgó el Doctorado Honoris Causa en Letras, "Post Mortem".
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    RÍO GRANDE DE LOÍZA

    ¡Río Grande de Loíza!... Alárgate en mi espíritu
    y deja que mi alma se pierda en tus riachuelos,
    para buscar la fuente que te robó de niño
    y en un ímpetu loco te devolvió al sendero.

    Enróscate en mis labios y deja que te beba,
    para sentirte mío por un breve momento,
    y esconderte del mundo, y en ti mismo esconderte,
    y oír voces de asombro, en la boca del viento.

    Apéate un instante del lomo de la tierra,
    y busca de mis ansias el íntimo secreto;
    confúndeme en el vuelo de mi ave fantasía,
    y déjame una rosa de agua en mis ensueños.

    ¡Río Grande de Loíza!.. Mi manantial, mi río,
    desde que alzóse al mundo el pétalo materno;
    contigo se bajaron desde las rudas cuestas
    a buscar nuevos surcos, mis pálidos anhelos;
    y mi niñez fue toda un poema en el río,
    y un río en el poema de mis primeros sueños.

    Llegó la adolescencia. Me sorprendió la vida
    prendida en lo más ancho de tu viajar eterno;
    y fui tuya mil veces, y en un bello romance
    me despertaste el alma y me besaste el cuerpo.

    ¿Adónde te llevaste las aguas que bañaron
    mis formas, en espiga del sol recién abierto?
    ¡Quién sabe en qué remoto país mediterráneo
    algún fauno en la playa me estará poseyendo!

    ¡Quién sabe en qué aguacero de qué tierra lejana
    me estaré derramando para abrir surcos nuevos;
    o si acaso, cansada de morder corazones,
    me estaré congelando en cristales de hielo!

    ¡Río Grande de Loíza! Azul, Moreno, Rojo.
    Espejo azul, caído pedazo azul del cielo;
    desnuda carne blanca que se te vuelve negra
    cada vez que la noche se te mete en el lecho;
    roja franja de sangre, cuando baja la lluvia
    a torrentes su barro te vomitan los cerros.

    Río hombre, pero hombre con pureza de río,
    porque das tu azul alma cuando das tu azul beso.
    Muy señor río mío. Río hombre. Único hombre
    que ha besado en mi alma al besar en mi cuerpo.

    ¡Río Grande de Loíza!... Río grande. Llanto grande.
    El más grande de todos nuestros llantos isleños,
    si no fuera más grande el que de mi se sale
    por los ojos del alma para mi esclavo pueblo.



    NOCHE DE AMOR EN TRES CANTOS

    I

    Ocaso

    ¡Cómo suena en mi alma la idea
    de una noche completa en tus brazos
    diluyéndome toda en caricias
    mientras tú te me das extasiado!

    ¡Qué infinito el temblor de miradas
    que vendrá en la emoción del abrazo,
    y qué tierno el coloquio de besos
    que tendré estremecida en tus labios!

    ¡Cómo sueño las horas azules
    que me esperan tendida a tu lado,
    sin más luz que la luz de tus ojos,
    sin más lecho que aquel de tu brazo!

    ¡Cómo siento mi amor floreciendo
    en la mística voz de tu canto:
    notas tristes y alegres y hondas
    que unirán mi emoción a tu rapto!

    ¡Oh la noche regada de estrellas
    que enviará desde todos sus astros
    la más pura armonía de reflejos
    como ofrenda nupcial a mi tálamo!

    VELAS SOBRE UN RECUERDO

    Todo estático,
    menos la sangre mía, y la voz mía,
    y el recuerdo volando.

    Todo el lecho es un cántico de fuego
    echando a andar las ondas del reclamo.
    La misma pared siente
    que ha bajado a llamarte entre mis labios.

    ¡Qué grandioso el silencio de mis dedos
    cuando toman el verso de los astros,
    que se cuelan en rápidas guirnaldas
    para esculpirte en luces por mis brazos!

    Va gritando tu nombre entre mis ojos,
    el mismo mar inquieto y constelado.
    Las olas más infantes te pronuncian,
    al girar por mis párpados mojados.

    Todo es ágil ternura por mi lecho,
    entre cielos y ecos conturbados.
    Con tu sendero vivo en mi flor íntima,
    he movido lo estático....
     
    #1

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