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Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por Pau_B, 2 de Mayo de 2015. Respuestas: 1 | Visitas: 822

  1. Pau_B

    Pau_B Poeta recién llegado

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    La envoltura del caramelo se adhería continuamente a mis dedos sudados y cuando por fin lograba desprenderse de uno de ellos me encontraba con la maldición de volverse a adherir en otro y aunque me causaba una gracia fascinante trataba de no hacerlo evidente.La gente del bus me miraba,así que trataba de quitarlo rápidamente y cuando lo hice mis dedos parecían grandes bolas de mugre que hasta el polvo y las pelusas se pegaban a ellos.El dedo índice se aglutinaba con el dedo medio haciendo más evidente mi gracia y desesperación.

    Todos los días pasaba por la misma calle, no importaba si llovía o si hacía un calor abrumador simplemente ahí estaba. Cada vez que yo subía al bus pensaba en ella;quizás hoy estrene un nuevo suéter o quizás hoy tenga cosas nuevas pero no fue así, hoy fue diferente. Subí al bus y me senté en el lado izquierdo junto a la ventanilla y cerca de la puerta que indica la bajada. Pasé por cinco calles y a la sexta ya la esperaba con ansias, aún recuerdo que abrí bien los ojos hasta que estos salieran de sus órbitas e ignore a la vieja gorda que estaba a un lado de mí, observándome.Pedía con súplica que la vieja hiciera su parada en esa esquina y después rezaba para que el semáforo estuviera en rojo y para mi suerte así fue. Una aberrante tristeza carcomió mi alma, ella no estaba, entonces pensé que no había abierto suficientemente los ojos así que los abrí aún más pero seguía sin encontrarla, sin embargo, en su lugar había un caramelo, el semáforo cambió a color verde y el bus arrancó, tenía un gran vacío en mi alma pero esperaba verla al día siguiente.

    Para el otro día me senté en el mismo lugar de siempre y esperé hasta la sexta calle pero tampoco estaba, sólo había un caramelo más. Los días con su ausencia aumentaron y con ello los caramelos. Espere un par de semanas hasta que la desesperación me invadió por completo,así que decidí bajar del bus y tomar un caramelo, cuando lo hice emergieron cientos de cabellos, tomé otro y salió otro ciento, cogí uno de color azul y brotó de él un ojo sumamente húmedo el cual no paraba de moverse de izquierda a derecha, alcance algunos dulces y los guarde en los bolsillos de mi pantalón y chaqueta me asegure de que nadie me viera y subí al bus.

    Llegue a mi departamento y me encerré en la cocina, saqué de mis bolsillos los caramelos y apenas tocándolos me quedé observándolos por unos minutos pero cogí uno , uno de color rosa y lo que salió de él me causó un escalofrío de horror; una pequeña mano deforme empezaba a moverse, aunque tenía un asco inmenso mis ganas por descubrir más partes me excitaba.

    Por un par de semanas estuve con lo mismo ya era más que una obsesión, hasta que me di cuenta que faltaban algunas partes por completar así que regrese al lugar y recogí más caramelos, los que creí que eran necesarios. Durante toda la noche estuve descifrando las partes humanoides e injurié en mi mente que no me tocaran repetidos. Después de un día y medio la niña de los dulces ya estaba lista para volver a vender.
     
    #1
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  2. Emp

    Emp aww

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    #2

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