La ardilla y la avispa

Una tarde, la ardilla estaba pensando en el prado junto al río. Se apoyó en uno de sus codos y recostó en parte sobre su cola en la hierba, miestras tréboles y margaritas florecían a su alrededor.
Pensaba de todo. El sol brillaba y él miraba pensativamente el agua brillante. A veces la garza pasaba volando y veía una sombra deslizarse sobre el agua.
De pronto despertaba asustada, pero no estaba segura si había dormido o no. Recordó que el río le había hablado y dicho que debía irse a dormir durante cien años y ya verían más adelante. Eso lo encontraba mucho tiempo. Seguramente había dormido muy rápido y antes de darse cuenta fué despertado por....

"Au "! gritó ella.
"Sí, dijo la avispa ". "Te paraste sobre mi ala ".
"Pero yo dormía ", dijo la ardilla, aunque no estaba completamente segura.
"Y bueno qué ? Crees que eso importa"?
"Pero yo estaba quieta "...
"Y bueno qué ? Si se paran sobre mi ala, no me importa cómo ni qué. Por mi parte si hay aire, o luz o nada, pero yo lo siento. Y luego pincho. Y por mi parte pincho en el aire o contra la luz o nada, pero pincho "!
La vispa cayó hacia atrás por el peso de sus palabras, pero rapidamente se levantó de nuevo.
"Entonces, está hecho", dijo.
"Duele", dijo la ardilla, y rápido sintió crecer la protuberancia en su rodilla.
"Entonces fué grave "! dijo la avispa, con extraña sonrisa.
La ardilla suspiró. Estaba cabsada y era de noche y el río no brillaba tan lejos, ni siquiera más allá del puente en el Oeste donde el cielo todavía estaba rojo.
"Bueno, me voy", dijo la avispa.
"Sí", dijo la ardilla.
"Voy hacer algo para mi ala ", decía la avispa, porque como está no puedo volar muy bien ".
"No", decía la ardilla.
La avispa voló con dificultades ,mientras que la ardilla se tambaleaba hacia el bosque, al anochecer, crepúsculo, camino a casa.