La autopoiesis...

Por los niños; por mis Nietos y
por la poíēsis (poesía en griego).​

La autopoiesis.

La autopoiesis es génesis de una innovadora teoría educativa según la cual, grosso modo y dicho empíricamente, cualquier intervención de los adultos (padres, familiares y educadores) contraria a la voluntad o libre albedrio del niño solo entorpece su formación. El respeto al niño es fundamento de esta innovadora e interesantísima tesis y, por supuesto, el amor al niño desde su concepción. Se refiere a la escuela como una institución construida sobre unos cimientos con una idea que trasciende toda su estructura misma y se sustenta en la noción de que los niños están vacíos, y, en consecuencia su individualidad puede ser rota y reformada. El niño ha sido considerado un objeto de estudio, una rata en el laboratorio de socialización más grande de la historia; la escuela, con el principal objetivo de modelar a ese ser humano.

La gran pregunta que se hace o que hace Carlos Wernicke, es; debemos adaptar el niño a la cultura o la cultura al niño y propone que en realidad se trata de la derecha e izquierda pedagógicas. Sin responder esa pregunta Wernicke, plantea que la verdad debe estar en algún lugar del medio de esas premisas.

Este asunto es de mayor trascendencia y me propongo aprender algo de lo mucho que ofrece en aras de la felicidad de los niños. Esta teoría contradice al conductismo (estímulo-respuesta) y eso es muy serio ya que el conductismo fue la gran escuela psicológica del siglo pasado. Si un ser es autopoiético, como lo es (para mí), no necesita de estímulos para ser bueno.

Insisto; el castigo no corrige, el regaño, el engaño y sus sucedáneos tampoco, no porque contamos con el elemento más disuasivo y persuasivo del mundo; el amor, pues, si, en lugar de regañar al niño, lo rodeamos de amor al no más pretender arreglar o corregir una conducta impropia, si la hubiera, el resultado es sorprendente. Más aun todavía, las reprimendas sin proponérnoslo, quizá, solo alimentan el miedo, la angustia, el recelo del niño, de todos nosotros… seres autopoiéticos. El miedo, a través del regaño, es el factor determinante para imponer conductas, ¿es bueno el miedo? NO IMPONGAMOS NADA CON REGAÑOS a nuestros niños. No los regañemos, DÉMOSLES AMOR, no les sembremos miedos, ¡por favor!

 

Desconocía el foro, interesante tema.
Hace tiempo me informe sobre el, me parece que la educación ha integrado y considerado otros medios de socialización, habrá que estudiar los caso de éxito.
Un saludo.

 

Es como decía Russell, que tuvo que interrumpir su educación para ingresar a la escuela.