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La barba del joven chileno

Tema en 'Prosa: Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por EPV!, 4 de Octubre de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 665

  1. EPV!

    EPV! Poeta recién llegado

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    8 de Abril de 2013
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    Género:
    Hombre
    Cuando somos pequeños vemos a los grandes, sus cabellos en la barbilla y nos emociona ser hombres grandes. Creemos que lo natural es crecer, tener voz fuerte, músculos, un trabajo y una familia. Todo es posible, todo se da normalmente como cuando el niño comienza a caminar o cuando se cumple ese día ne le que pierdes el primer diente y sin ninguna explicación al otro día tienes una moneda bajo la cama.Crece el primer bello en la cara, tienes que ir a estudiar y luego debes cenar con tu familia y dormir para ir al otro día a la escuela, extrañando esos días que te quedabas toda la tarde con tus coches de juguetes y soñabas surcando las grandes avenidas de la ciudad durante todo el día, en ese mundo dónde los accidentes no son una realidad. Cuando ya son una docena de pelos que debes extirpar con filosas maquinas para que te permitan entrar todos los días por la mañana a clases, comienzas a sentir cosas por las mujeres y ya no las ves como las compañeras de juego... en realidad el juego se transforma en un ritual de la seducción, de las miradas, de los lugares dónde se juntan las inocencias de los sexos.

    Ya te crece la barba todos los días, te dan la posibilidad de no afeitarte todos los días, pero tienes la obligación de hacerlo porque has tenido que encontrar un trabajo para estar vivo y ese aspecto es sometido por las masas a personajes de la vida de callejones y la mala vida. Cuando te afeitas te sangra el cuello como en películas de gore que en los noventa revisaban el Pera y Salfate "En maldita sea". De pronto, a las horas después, cuando llegas a casa para compartir la once con tu mujer, tu felicidad vuelve a ser incompleta porque aparece la irritación y las cremas de ácido en la piel.

    Los días mas cortos en el marco de la diversión, la vida mas carnívora y las obligaciones más elocuentes. Las presiones en todas partes donde hay multitiendas, sin dejar de lado a las personas que viven y gozan sin darse cuenta del morbo.

    Nunca olvidaré que un día soñé con tener barba, músculos para pegarle a los bribones, hablar fuerte para parecer un toro salvaje de España, tener un buen trabajo y una familia como un ciclo natural de la vida; como la primera vez que me pusieron una cara feliz en un cuaderno forrado de colores. Ahora entiendo que son sólo sueño de infancia, pero nunca dejaré de creer que en algún momento volverán los coches de juguetes, lo que me permitirá soñar que viajo por las avenidas más grandes del país.
     
    #1

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