La bella y el enamorado

Me cogí unas vacaciones después de muchos años de trabajo y me fui al gran castillo del Con de Drácula a descansar de los grandes bullicios de la inmensa y ruidosa ciudad, allí nos encontremos muchos habitantes, cada uno de una parte del mundo,como si el destino nos hubiese reunido allí por un gran acontecimiento, la cosa es, que entre todos los que allí nos alojábamos en aquellos días, me llamó la atención una mujer bellísima, vestía un vestido como el de blanca nieves, con un gran escote, por el cual lucia un hermoso canalillo, sus cabellos eran de color caoba, con tirabuzones largos hasta la cintura, los cuales caían sobre sus pechos, pareciendo bailar cada uno de ellos al ritmo de su caminar, de espaldas tenia una cintura de avispa, la cual hacia resaltar más aún su pompís redondete, UM que hermosa mujer, de ojos azules como la mar y mirada tierna como el oso panda, cada vez que la veía, en la cena, desayuno, comida, horas del té, paseando cautelosa y evadida sola por los alrededores del gran castillo, me imaginaba que ella era una vampira que quería mi sangre y yo se la daba encantado, ¡Oh! dios, que mujer. Una noche de luna llena no podía dormir, no podía dejar de pensar en ella, parecía que me llamaba, así que me levanté y de puntillas me fui a sus aposentos, abrí la puerta sin hacer ruido y, allí estaba ella, que bella, la bella, yacía en su lecho, atraído como un clavo hacía un imán, me fui cuidadosamente hacia ella, UM que bella, más sin poderlo evitar, posé mi cabeza entre sus pechos, y su corazón, latía, latía, latía me pegó una ostia que me acuerdo todavía.

LA BELLA Y EL ENAMORADO (2ª parte)

​

Bueno, después de aquella noche de fracaso para el pobre enamorado, parece ser que entre ellos todo se arregló, pienso yo, ya que una tarde, los observe paseando entre los preciosos jardines del inmenso castillo, ¡Oh! que hermosa pareja, tan arregladitos como si de un domingo se tratase, cuando en realidad era miércoles, UM tan limpitos, como la nieve del iceberg, UM que hermosa pareja de punta en blanco, desprendían un aroma como a flores del campo, UM daba gusto verlos pasear por aquel tan hermoso lugar. Se acercaron donde yo estaba sentada, debajo de una hermosa encina, cuando de pronto, la bella dama, al árbol trepó, para coger bellotas para su colesterol, ¡PERO! , cual fue mi sorpresa mayor, que al mirar hacia arriba , la bella tenia las bragas roías, Gua Ja Ja, el enamorado me miro con cara de mal humorado, pero yo no podía dejar de reír, fue así entre tanta risa y confusión, como la bella se puso nerviosa y de la encina , con las manos llenas de bellotas, al suelo se desplomó, quedando con el vestido alzado, el enamorado, hacia ella se apresuró , fue así como vio, las bragas rotas de la bella dama y de gran admiración, comenzó a reírse, ya éramos dos, la bella, se levantó furiosa y sonrojada, más bien ahora , su cara parecía una almorrana y, no la de una bella dama, Gua Ja Ja, me fui hacia ella y le dije: hola bella dama, no te as de sonrojar, ni enfadar, pues no es deshonra llevar las bragas rotas y orgullosa has de estar, que aunque rotas, te las pones igual, yo no llevo, me las quite ayer, y no sé dónde están, así que coge tus bellotas y no te la des de más, que en este mundo, todos pecamos por el mismo sitio,

y tú...eres una más. v.v.l​

 

¡gua ja ja ! que joío

 

EXCELENTE POETA HERMOSO! ...
jajaja genial relato ...


Corazón lindo gracias por tus letras !con amor apoyo tus versos!con mi lluvia de estrellas !apoyo tu corazón !
para que no dejes de escribir !los sentimientos de amor !puros y bellos de tu alma!un abrazo un beso Tavata.

 

Hola, jajaajajaja
divertida prosa.
Un saludo con estrellas
¡SONRIE!

 

Con eso de la hostia me dejaste con ganas de leerte más.

más sin poderlo evitar, posé mi cabeza entre sus pechos, y su corazón, latía, latía, latía me pegó una ostia que me acuerdo todavía.