La bicicleta número 6

Cada día desde hace tanto que ya he perdido la cuenta, la bicicleta número 6 del punto de recogida más cercano a mi casa la coge prestada una chica que zigzaguea por la carretera y se ríe cuando se tropieza y cae. A veces me gusta pasear cerca de donde practica y verla reírse. No sería capaz de recordar cuantas veces ha tropezado, pero nunca se ha quejado y cada día regresa a intentarlo de nuevo. Ha llovido, ha hecho sol e incluso ha nevado, pero ella vuelve cada día.
Hoy he pasado por allí. La he buscado con la mirada, esperando ver esa sonrisa que hace que el resto del día tenga algo más de gracia. Pero la bicicleta número 6 está aparcada. Mañana volveré, pero sé que esa bicicleta seguirá ahí y que la chica nunca volverá.

 

Es un buen micro mi estimada poetisa, al principio alegre y feliz, pero al final deja un regusto amargo, de tristeza; es como la vida, la felicidad no es duradera, y al júbilo le sigue la melancolía. Gracias por este regalo. Muy bueno. Te dejo estrellas y un abrazo junto con un beso mi dulce amiga.

 

Te doy la bienvenida a Mundo Poesía mi querida amiga. Perdona que no escriba tu nombre, ya que no sé cómo hacerlo. Que seas muy feliz entre nosotros. Un beso.

 

No es problema el no escribir mi nombre, dulcinista. Me alegra que te guste. Planeo escribir una segunda parte de este microrrelato, y espero que cuando lo publique lo leas y te guste al igual que este. Gracias por pasarte por mis letras, es todo un honor.