La boca del infierno.

Se me parte la vida en fracciones de muerte.
Mi interno está en harapos, me siento desgarrada
por el viento de parcas que forman remolinos
en medio de mi pueblo acuchillando ojos.

Con la risa estentórea, impunidad de trueno,
ejerce la matanza en esos cuerpos cálidos
y viola a las mujeres, a los niños tortura
y nadie lo detiene en su ola brutal.

¡Ay las madres que lloran las muertes de sus hijas!
¡Ay los niños trillados por ambición proterva!
¡Ay la angustia, el horror, el Jesús en la boca!

Es que ha abierto el infierno su boca en ciudad Juárez
y se traga a los míos con su gula estridente.
No vale policía, ni ejército, ni Dios.

 

suena a sangre, a dolor, a pena...
a tristeza, a guerra y sí a hombres sin dios.

 

este poema tiene mucha garra Luciana, Los alejandrinos te salieron exquisitos para representar una de las caras de la poca humanidad que tenemos. Suerte y espero que todo se mejore.


Abrazos.

 

Así es, Sasha, el crimen organizado ha hecho matanzas indiscriminadas últimamente, matan incluso gente que no tiene que ver con bandas. Es horroroso y no parece que las autoridades tengan una estrategia adecuada para contenerlos. Gracias por comentar. Un abrazo.

 

danie, muchas gracias por este comentario tan generoso. La realidad es que la emoción es la que escribe, me desata la palabra. Un abrazo. Luciana.

 

¿Y desde donde surge tal maldiciente inercia?
fracasos de adjetivos y datos sin análisis
suicidio que se fuerza retoma su parálisis
a tanta gente deja datos de mala tercia.

Hay una mano que mece la cuna suavemente
tan mezquino es el trato de mover un pandero
en vínculos de narcos es tanto batidero
sin aprender lecciones honradas lentamente.

Es lente del color con el que ver los sesgos
que se olvida del daño torpemente infringido
historial de sucesos al cansancio trillados.

Ahora en la violencia creímos merecernos
la paz por la que nunca dejamos el olvido
esperando por otros que acaben los llamados.




Yo lo escribiría así, espero me perdone por favor el atrevimiento:

Se me parte la vida de fracciones la muerte,
mi interno está en harapos, me siento desgarrada
por el viento de parcas remolinos se forman
en medio de mi pueblo por ojos de cuchilla.

Con la risa estentórea de trueno impunidad,
ejerce la matanza en esos cuerpos cálidos
violando a las mujeres y a los niños tortura
y su brutalidad que ya nadie detiene.

¡Ay las madres que lloran las muertes de sus hijas!
¡Ay los niños trillados por ambición proterva!
¡Ay la angustia, el horror, el Jesús en la boca!

Es que ha abierto el infierno su boca en ciudad Juárez
y se traga a los míos con su gula estridente.
No vale policía, ni ejército, ni Dios.

 

Es por la violencia que dejó varios muertos en ciudad Juárez, mi ciudad natal.
https://www.articulo66.com/2022/08/12/masacre-ciudad-juarez-deja-11-civiles-muertos/
Y discúlpeme, no cambiaré nada.
Gracias por leer y comentar, amigo, Pantemático.
Un abrazo.
Luciana.

 

Entendí de donde surge amiga, perfectamente.
La misma situación en Celaya, en Michoacán... en todo México, como si fuera un plan debidamente organizado, con una planeación y logística perfecta, coincidiendo en los tiempos perfectamente sincronizados. Como si las vidas humanas no importaran, pero si las estrategias para desprestigiar y ganar poder.

Y no se disculpe, ya que yo soy el que pide perdón -antes y ahora-, no le pedí cambiar nada, no me malinterprete, me atreví a escribirlo a mi manera solamente.

 

Estimado poeta Pantemático:
Leí con cuidado los cambios que usted sugiere a mi soneto. Me parece que le restan intensidad a los versos, aunque tal vez sean más correctos.
En cuanto al soneto que Ud. presenta, es preciso decirle que es muy bueno, mejor escrito que el mío y hace muy buena segunda.
Gracias por acompañarme en esta publicación y disculpe mi arrebato, pensé que me estaba "corrigiendo" y eso me pone neurótica.
Un abrazo, compañero.
Luciana.