La casa de la esquina.

En la propiedad de la esquina, hay una casa vacia, no tiene muebles ni cortinas. Con papel periodico cubrieron sus ventanas y adentro esta lleno de telaranas. En una noche sombria, un extrano toco su puerta, y al abrirse por si misma, el extrano quedo sorprendido, entro sin temor alguno, pues era invierno y el tenia frio. Sin temor a la obscuridad, se adentro hasta la sala y el comedor, encontrando a su paso solo aranas y cucarachas. Empezo a temer por estos, pero siguio su recorrido para buscar la cocina, pensando que en ella hallaria calor o al menos una pieza de comida. Sin embargo, al encontrarla por fin, entro en ella, y sin perder tiempo abrio la llave del fregadero para saber si por lo menos podria tomar un poco de agua. Mas grande seria su sorpresa, cuando de pronto al abrir la llave salia un liquido que en ese momento penso era morado, sin darse cuenta empezo a temblar, eso era muy extrano. Se dirigio a buscar la sisterna en el techo de la casa, salio por la puerta de atras y en medio de esa gran obscuridad busco las escaleras que conducieran al techo. De metal estas eran, ya oxidadas por el tiempo y la humedad. Subio entonces por ellas, lleno de miedo, pues sintio de pronto como si le observara alguien entre las penumbras de esa noche sin luna. Encontro por fin el tinaco, lo abrio con mucho cuidado, y entonces dio un salto, sorprendido, pues en el tinaco... habia cuerpos sin vida, mutilados, deformes, desangrandose. Fue entonces cuando se dio cuenta porque el agua obscura de la llave de la cocina, era sangre, sangre de cuerpos sin vida. Alguien los asesino y ahi los habia escondido. Y de pronto sintio una que tocaba su hombro, mas voltear no queria, sin embargo, lo hizo por instinto. -No ande buscando mi amigo lo que no quiere encontrar jamas. Le dijo ese hombre alto, refugiado en su capucha negra entre la sombra que le cobijaba. Entonces pego un salto y un escalofrio grande entro en su cuerpo al mismo tiempo que se estremecia sin pensar. Corrio entonces hacia las escaleras, pisando aranas que a su paso crujian al ser aplastadas por su pie. No se detuvo y bajo las escaleras, se corto en estas por el fierro oxidado y deformado, entro de nuevo a la casa corriendo y sin pensarlo dos veces busco la puerta de enfrente, salio al fin de esa casa. De inmediato llamo a la policia pero no encontraron sangre, ni cuerpos, mucho menos el hombre al que les describia, la sisterna estaba limpia y su agua cristalina. En cambio a el si lo arrestaron, por meterse en propiedad privada. Como es a veces la vida!