La conciencia.

Una persona puede hacerse así misma feliz o miserable, de forma
independiente de lo que en realidad esté suceciendo fuera, tan
sólo cambiando los contenidos de su conciencia. Somos muchos
los que conocemos indivíduos que pueden transformar situaciones
desesperadas en desafíos que superar, símplemente por la fuerza
de su personalidad. Esta capacidad de perseverar a pesar de los
obstáculos y retrocesos, es la cualidad que la gente más suele
admirar en los demás y con cierta justicia, porque es el rasgo más
importante, no sólo para tener éxito en la vida, sino también
para disfrutarla.