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La despedida

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por lucov, 25 de Diciembre de 2016. Respuestas: 0 | Visitas: 234

  1. lucov

    lucov Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    14 de Diciembre de 2015
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    En el interior del cementerio, antes que abrieran las puertas al público, los hombres que cavaban fosas tenían marcados los lugares con tiza blanca en donde en el transcurso del día enterrarían un féretro con el ritual de lágrimas y sufrimiento por el ser que la muerte ha reclamado a su espacio. El jefe de patio se acercó a uno de ellos que descansaba de pié apoyándose con sus dos manos en una pala.

    -Tú pediste trabajar solo, tienes que apurarte a las dos de la tarde llegará el difunto.

    -Terminaré antes de la hora de la inspección del trabajo.

    -Es mejor que así sea.

    La mañana de otoño anunciaba la entrada del invierno, sacó las hojas crujientes para dejar al descubierto la tierra húmeda con hierbas en todo el sector delimitado y enterró la pala en la tierra blanda con la ayuda de su pié iniciando la excavación. A medida que profundizaba aparecían raíces de árboles cercanos que cruzaban la fosa, perdiendo tiempo en su labor de cortarlas. La tierra se mostraba más seca y compacta con piedras que se estrellaban en la punta de la pala en un atonal sonido molesto. Con más esfuerzo sin dar entrada a la fatiga continuó con desesperación su trabajo hasta terminarlo momentos antes de la inspección.

    -Está bien, está perfecto.

    Las palabras del jefe de patio las recibió con indiferencia, tenía la seguridad de haber logrado lo mejor que había realizado en todos los años que estaba en el cementerio y le habló a su jefe.

    -Voy a esperar para ayudar a sepultar la urna.

    -Te comprendo, es tu deber.

    Se sentó en la tierra al lado de la fosa mirando como el sol se escapaba de las nubes que trataban de ocultarlo, sintiendo la brisa fresca en su rostro de granito en donde se estrellaban sus sentimientos sin alterarlo.

    El cortejo llegó puntualmente, sobre un carro tirado por dos hombres venía el ataúd reluciente. Más atrás los familiares y amigos. Se acercó a la mujer que ya era viuda, al verlo lo abrazó sin poder contener el llanto.

    -Aquí está tu compañero de trabajo, él se fue a descansar a la casa de Dios.

    -Cumplí la promesa que teníamos, hice solo el lugar de su descanso.
     
    #1

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