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La epopeya de Esteban Daniel Sarazi (cap 2)

Tema en 'Prosa: Obra maestra' comenzado por VagoGame, 1 de Abril de 2013. Respuestas: 0 | Visitas: 958

  1. VagoGame

    VagoGame Poeta recién llegado

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    24 de Marzo de 2012
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    El libro pareciera cobrar vida real y encontrarse de lleno en los relatos y valerosas historias remarcadas en la lluvia remarca un ambiente tranquilo en una clase de cúpula cuando a los extremo re toma su lugar el peligro y es dar lugar a la intemperie ese momento de ensancharse enriquecerse mental y espiritualmente con un buen libro que remarque buenas historias jamás contadas.
    Era entonces cuando el padre interrumpe el recinto y espacio de lectura del hijo para compra prohibiciones faltantes para luego cenar, por que el padre ya predecía que la lluvia no iba a cesar si no alrededor de las dos de la madrugada. En bicicleta en mano ante que el sol se ocultarse y dando lugar ala tierra de la oscuridad que hay en el pueblo se decía que era propicio para criaturas extrañas que buscaban asustar por ser como codiciosos marcando un terreno donde frecuentemente son avistados y extraños sucesos parecen pasar a quien los divisa. Eso era de menor importancia para el chico Esteban Daniel Sarazi de corazón heroico y algo testarudo de oídos sordos ante esas criaturas.
    Envuelto en los violentos vientos del sur que tambaleaban su bicicleta sobre la ruta, sin queja y con el deber de traer del pueblo a quince minutos las provisiones de hoy y mañana. Al realizar con éxito los mandados se quería tomar un descanso el la casa de los abuelos que quedaba cerca del mercado que avía visitado su abuelo de parte de la madre Cornelio Avoe señor de gran culto y respeto en el pueblo, comento que tenia problemas de riñones por tanto tiempo dedicado al alcoholismo al whisky, ron y vino caros, y que era de importancia que cuidaran su casa y era de importancia que dieran de comer a sus gallinas a las seis y media y regasen su quinta, mientras el viajaba a la ciudad para que lo revisaran y dieran remedios o sea operado según el veredicto del doctor, ofreció a cambio dinero por el trabajo al chico.
    Luego de haber regresado lo comento a sus padres y a su amigo que se encontraba triste todavía por la extraña locura espontanea de su padre y su muerte y la de su hermano Tino, ya pasaron casi un mes y el dolor dolía como una explosión de esquirlas en el torso desnudo, también con la falta de su madre que quedo traumada y llevaba a estudios psicológicos. Como siempre insistió y propuso llevar a su primo Marcos y se dividirían la paga, vueltas y vueltas asta que acepto.
    La casa del abuelo era chica pero con un enorme patio en donde el cuidaba sus plantas y animales de corral, el techo de su habitación se avía derrumbado por tormentas pasadas y con el sueldo de un jubilado apenas reunía fondos para arreglarlo, entonces decidieron dormir en la cocina que según el abuelo era el lugar mas seguro y allí no pasaba el agua, la ase poco pintada pared del abuelo aunque sea disimulaba ese lugar lúgubre de piso frio y ambiente oscuro, sin luz eléctrica solo iluminados por velas.
    Esa noche intentaron dormir ni bien oscurecía para poder levantarse temprano, tiraron colchones en la cocina e intentaron dormir a gustos. Lo que luego seria imposible por el roído de algún animal cerca salían de a uno a fijarse pero descubrían el animal, asta de golpe se esfumo el ruido que duro tres extenuantes horas, los chicos sufrían de insomnio, solo tuvieron media hora de sueño hasta que…
    Las puertas eran violentamente golpeadas y se sentía el olor mas nauseabundo de sus vidas y con golpes que casi podían echar la puerta, solo gritaron y Esteban Daniel Sarazi ordeno recoger el rifle del abuelo que le pidió que usaran si osaban robar sus animales los bandoleros del pueblo, el primo Marcos advirtió que las del rifle mataría a eso que estará a fuera y el no quería ser el responsable de sangre, gritaron que se llevasen todo que no tenia nada aquí adentro y que si pasara los matarían con el rifle, solo se escucharon reñidos de un perro grande que cesaron por un rato pero los chicos asustados esperaban que amaneciera rápido.
    En eso Ezequiel le urge la necesidad de salir afuera a ser sus necesidades, ya avían pasado una hora de silencio y veinte minutos aguantando, asta que no pudo mas y dijo que lo acompañaran al fondo donde encontraba el baño, el primo Marcos acepto irían con el rifle pero uno irían asta el baño si no a pocos pasos de la casa.
    En una vigilia escucharon el canto de los gallos eran ya las seis y media y no amanecía por completo. Encontraron siete gallinas muertas, absortos por que simplemente ninguna gallina avía echo ruido alguno, se encontraron dispersas fuera del corral y destrozadas<< ¿Qué paso aquí?>>dijo Esteban Daniel Sarazi pero nadie supo responder.
    Luego de la llegada del abuelo el mismo día a la tarde aclaro que para llegar al fondo de todo esto solo avía que rodear con cruces bendecidas toda la casa, y eso se considera desafiar ala bestia ella nunca descansa asta a ver roto familias, amistades, suerte y claro sin mas opción terminar con tu vida, pero el quiso tomar ese riesgo para llegar al fondo por que alguien a abierto el lumbral y dejado salir a extrañas criaturas que se creían que solo eran un cuento para asustar niños…<<Yo Cornelio Martin Avoe juro mandar asta las puertas del infierno al culpable de que mi pueblo sea azotado por esta bestias o morir en el intento>>dijo el abuelo tan decidido y a la ves tan enojado.
    El abuelo de todos modos ya sabia que era muy probable que iba a morir por no ser bautizado jamás estaba indefenso ante cualquier maleficio de menor tipo, como cualquier día podía ser el día de su muerte ya que su juramento recorre por los vientos al culpable de estas atrocidades, ante que nada solo quería dedicar la ultima noche a sus colegas bebiendo ron en un bar. El no tenia en cuenta embriagarse, botella tras botella pasaron, lo que al principio parecía locuras de un ebrio empezaron a preocupar a los colegas ya que el nunca actuaba de la forma que actuó ese día…empezaba a dar vueltas estuvo 10 minutos dando vueltas asta que simplemente se sentó y con una voz que no era suya empezó a llamar colegas por sus nombre a hablar asolas. Los interrogaba y sacaba a frote problemas personales de ellos mismos, todos solo se preguntaban ¿como lo sabe? Mientras que reía y reía.
    Empezaron sentir que no era el en verdad. Esa noche Cornelio Avoe nunca fue el mismo​
     
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