La esperanza

Estando a finales de otoño la pesca ha estado muy esquiva. Las grandes factorías se llevaban todo lo que el mar entrega y los hombres pensando en sus familias se van mar adentro mas allá de lo que las pequeñas faluchas les permite ir para buscar el tan ansiado sustento.


Juan es un viejo lobo de mar. Navegó no tan solo en la zona que lo vio nacer, también por otros recónditos lugares, el sabe muy bien la dura vida del cada día. Ahora se queda en la orilla lleno de historias y leyendas remendando redes en la apacible caleta de pescadores Punta de Choros.

Un grupo de hombres rudos pasaron por delante de Juan, y el les dijo, no vayan muchachos háganme caso, viene muy mal tiempo, la mar se pondrá muy mala, uno de ellos le contestó, que gancho si el día esta hermoso con este sol, no pasara nada, ni una nube en el horizonte, yo les aviso dijo Juan, ya que mis huesos me duelen mucho, pero allá ustedes que San Pedro los cuide. El hijo de Juan que también iba en el grupo se separó de ellos y se fue a despedir de su padre que se quedara tranquilo que traerían buena pesca. Así los vio perderse en el horizonte pero nada mas dijo.

Se echaron a la mar los cinco hombres, las olas quietas, un viento suave les dio confianza y tomaron rumbo mas allá de las 200 millas para encontrar el tan ansiado cardume.

Las olas crecieron con la fuerza del viento y las nubes ya corrían raudamente llenando de algodones el cielo, oscureciendo el entorno, los hombres sintieron dentro de si ese cambio. En su lento andar la lancha pesquera llamada pomposamente “ La Sirena “ a eso de las 7 de la tarde avistaron un cardume inmenso de atún y se pusieron activamente en la tarea de la pesca, echaron las redes y en poco tiempo ya la tenían llenas, una sonrisa de satisfacción iluminó sus rostros , las subieron y se lleno la bodega, la lluvia arreciaba, las olas cada momento eran mas altas, vieron que era el momento de volver, tomaron rumbo a puerto antes que el temporal fuera mas intenso.

Juan en la caleta viendo el temporal rememoraba los momentos que el pasó con la misma tensión del momento, le vino a la mente la primera ves que salió con su hijo, para enseñarle el arte y los secretos de una buena pesca, le dijo que a la mar hay que respetarla y amarla por que es la que entrega el alimento diario, que si eres un hombre de bien ella te respetará a su ves , había entre ellos un amor entrañable y un silbido muy peculiar de llamado existía entre los dos. Seguía silencioso en sus pensamientos con un cigarro en la boca achicando sus ojos para ver mejor en la cortina de agua que dejaba la intensa lluvia.

Los pescadores corrían en cubierta para asegurar las amarras, las olas barrían a los hombres y ellos se afirmaban como podían. San Pedro protégenos, mi esposa, hijos, padres me esperan eran sus pensamientos.
El capitán sostenía con fuerza el timón, el sudor frío corría por su cuerpo estaba en sus manos el regreso de su gente Manuel cierra esa puerta, José los tambores no se vayan a caer, asegúralos, las ordenes se repetían a gritos para hacerse escuchar entre el rugido del viento, la lluvia los tenia empapados, el cansancio los agobiaba, era la lucha titánica contra el temporal, los relámpagos iluminaban la pequeña embarcación haciendo en esa inmensidad como algo fantasmal que danzaba en las olas, y después de eso la oscuridad mas completa, vieron a lo lejos las luces que le indicaban que a puerto pronto llegarían cuando una ola gigante envolvió a la embarcación tumbándola completamente .

Juan ese viejo lobo de mar con el corazón oprimido cree escuchar en el viento el silbido de su hijo llamándolo .

 

Vaya,una prosa pá meditar,graias por regalarnosla.Un abrazo

 

Gracias mi querida Rosa por venir a mi casa, es un placer tenerte
Un abrazo a la distancia
Hector

 

Si la vida es un sueño, y tu eres mi sueño, entonces eres mi vida."

QUE HERMOSO CUENTO POETA CHILENO LLENO DE ENCANTO MISTERIO Y NOSTALGIA
FELICIDADES MI QUERIDO POETA CHILENO
UN ABRAZO
MYRIAM