La Factura

LA FACTURA


De pronto todo dejo de ser, yo sé que estaba en el nivel 63 y las paredes al igual que los pisos colapsaron, los escritorios, las ventanas, todo era una amasijo de hierro y cemento que se juntaba con las placas de la tierra en fracciones de segundos, cuando recuperé la conciencia me encontré en tinieblas, pero totalmente apretujado sin poder mover un milímetro de mi cuerpo, sé que estaba en la oficina que contaba con una de las mejores vista del lado este de new york y recuerdo que estaba revisando un sobre que tenía una factura a mi nombre el cual me había llegado por servicio postal , no me dio chance de ver el remitente, pero sé que aun la tengo en la mano, allí la siento, algo había sucedido, ¿un terremoto? ¿Una explosión debido a un ataque terrorista? Lo más seguro fue así, esos de turbantes, de seguro volvieron otra vez con sus aviones. Si no de seguro fueron los rusos o los chinos, o de pronto fueron todos esos malnacidos.


Oía muchas cosas, pero también por lo aturdido que estaba sé que no escuchaba nada, así transcurrieron unos interminables…no sé, porque pudieron ser solo minutos, horas o días, volví de nuevo en mi al darme cuenta que el único musculo que podía mover era mi lengua, ha de ser porque la sentía muy reseca dentro de mi boca y allí fue cando sentí sed, pudo haber sido eso, que se activó la necesidad en mi de agua y fue cuando empecé a escucharla como corría en la lejanía, o desde mi subconsciente pudo ser todo lo contrario.


Y cayo la primera gota en mi frente, era muy fría, pensé que podría venir de un aire acondicionado aún conectado, por casualidad cayó en mi frente en el medio de mis cejas y pasando por mis ojos logró medio mojar mis labios, me sentí con suerte, en ese momento pensé que dios aún no se había olvidado de mí, segundos luego cayó la otra , en esa oscuridad tan ciega me costaba llevar el tiempo y recurrí al 1 tralala, dos tralala, hasta llegar a 5 para determinar los segundos entre gota y gota, a presión saque mi lengua y logre mojarla y me sentí algo calmo, y allí empecé a pensar sobre mi vida.


Yo con 55 años era un exitoso corredor de bolsa de valores, con tanto dinero acumulado, inmuebles, grandes propiedades, divorciado pero con tres hermosas hijas y pensaba que iba a terminar mi vida así, yo que aprendí bien de mi entorno, donde la competencia es obligada, yo que era el alfa, cuantas veces coroné las propiedades de otros que jugaban el mismo juego que yo, claro muchos de ellos eran ingenuos, pues en este mi mundo, la honestidad nos hacía débiles, y tenía claro que los honestos generalmente son tercos por naturaleza, pero ¿quien era yo?, yo era el zar del los citricos, que desde un piso 63 con puras artimañas influenciaba en el precio de este producto a nivel global, yo que ironicamente pensándolo bien no sabría si las naranjas crecen en arbusto o árboles, pues en la realidad de este mundo de grandes falsedades nunca había tenido la necesidad de saberlo.


Mientras, mi lengua salía y se humedecía entrando en mi boca tensa por el esfuerzo que debía hacer para mover mi quijada al seguir corriendo el agua, esto me dio esperanza, pues sé que una persona puede vivir varios días sin comer pero no sin agua, pensaba que esto me podía ayudar a la espera para un posible rescate, internamente celebraba mi suerte.


Una sonrisa se apodero de mí, pues tengo que reconocer que en este edificio había mucha gente y si estaba totalmente colapsado era asombroso que desde el penthouses, aun yo me encontraba con vida, eso me hacía afortunado y aunque ya no sentía sed, pero por el nerviosismo que me agobiaba, aún seguía sacando la lengua.


En ese momento al sentirme despues de muchísimo tiempo y por primera vez íntimamente solo, pues sé que mis enemigos siempre me escuchaban o trataban siempre de hacerlo por lo del espionaje empresarial, fue cuando en medio de esa soledad que el mal que yo había hecho comenzó a florecer, fue allí cuando una imagen se centró en mi cabeza sin dar paso a otro tipo de pensamiento obligándome a orientar este mi mental monologo.


La recordaba bien, fue una prostituta que conocí en un bar, a la que tiempo después tuve que apuñalar con un destornillador, pues trató de extorsionarme para afectar mí ya insalvable matrimonio, la imagen es de ella flotando rio abajo y yo mirándola desde el puente.


Sabiéndome entonces en confianza por la soledad ya reconocida, mi conciencia actuando con saña comenzó a traer imágenes a mi cabeza que creí sepultadas, mi perro, aquellos niños, aquella malditas viejas, las drogas, la familia, aquel anciano y el fallo a mi favor del tribunal, el virus causante de la plaga a la que llamaron Dragón amarillo, aliento de dragón o Dragón rojo y los estragos que hicieron a las más grandes plantaciones de cítricas de Asia como primer objetivo, implante del virus que fue estimulado por las grandes farmacéuticas para acabar con los limones, naranjas y mandarinas para someter con nuevas gripes a la humanidad, virus que luego se regó por el resto del planeta y lo que significó eso para mi magistral retiro del mundo de los cítricos y otras cientos de tantas cosas, al punto que ya la prostituta no significaba mucho en mi ahora enturbiada memoria, en medio de todo aquello por primera vez me sentí atrapado.


Y fue cuando creo logre entenderlo, pues aquella gota golpeaba cada vez más duro mi cabeza, al principio como si fuera con un dedo de un niño pequeño, pero a medida que pasaba el tiempo la intensidad del golpe era mayor, y en cada golpeteo como si fuera una diapositiva cambiaba la imagen que mi conciencia me mostraba, y así pasaron varios...no sé, porque lo que creía eran segundos del ir y venir de la gota, en un mismo instante se hacía eterno al igual que el golpe generado, que parecía al de un martillazo de los que se ven que hacen los herreros en sus fundiciones, pero este martillo ahora era sujeto por todas esas personas que en poner a desfilar insistía mi conciencia, torturado por saber su inminente presencia en un agonizante dolor , allí fue cuando entendí como el universo se habia alineado perfectamente para aquí en la tierra pasarme mi última factura, como un preámbulo de mi mismísimo infierno.

 

Buenas noches
Un hermoso y trite relato me pones a mi paso
Gracias por compartirlo
Un saludo

 

gracias a ti por pasar y tomarte el tiempo. saludos

puede que este que no es tan triste sea mas de tu agrado

http://www.mundopoesia.com/foros/temas/cuantico-amor.730655/

 

Un placer leerte
Hasta otro rato

 

Ahora mandame uno tuyo para mantener los equilibrios

 

Saludos