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La flor egoísta y la abejita terca

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Kein Williams, 6 de Marzo de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 300

  1. Kein Williams

    Kein Williams Poeta fiel al portal

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    Dícese que hace como 2 veranos iba una abejita en busca de polen; ya había hecho su dote diaría pero al ver una hermosa flor de color magenta con flores violetas y pistilos nude, se dijo para si misma: ¡Vaya que flor más bella! Debe tener un sabor tan dulce que este mes gracias a mí hacemos la mejor miel, y voló alegremente en dirección a aquella flor misteriosa. Se posó sobre ella pero para su sorpresa reaccionó molesta y le dijo: Hey tú, quítate. Ladrona, ni siquiera intentes nada.
    La abejita quedó sorprendida, era la primera vez que una flor le negaba su néctar, pero eso al contrario de alejarla hizo que desee más su polen.
    - Oye yo solo hago mi trabajo y a mí me pusieron en la tierra para polinizar y crear el elemento más dulce de la historia.
    Respondió como quien se sabe victorioso. Pero la flor no daría sus pétalos a torcer.
    - Pues fíjate que no, tú aunque hayas sido hecha para convertirme en un Channel Nº 5, no vas a profanar mi cuerpo, (Pues fíjense que las plantas también saben de marcas) así que ve detrás de esas petunias y déjame en paz Abejacula que yo tengo sabor a ajo (En el mundo vegetal y animal también tienen sus propios mitos y leyendas).
    La abejita entonces se empecinó en libar de ella, pero día tras día se lo negaban, y al igual día tras día lo volvía a intentar, porque las abejitas son tercas, lo demuestran cada vez que persiguen algun vaso de refresco.
    Un día la abejita volvió a buscar la flor, se había obsesionado tanto con ella que ya no buscaba más flores sino que esperaba la chance de por fin un día probar su néctar. Al llegar notó que la florcita estaba en un cesto y se quedó extrañada. Pero se dijo a si misma que podría acercarse y por fin conseguir lo que tanto había buscado. Se acercó a la bella flor para quitarle su esencia, pues una vez cortada una flor ya no puede ofrecer resistencia. Pero ésta moribunda, al ver que la abeja se acercaba le gritó: No, aléjate por favor, es por tu bien, si me pruebas morirás.
    Pero la abejita era terca, la miró y le dijo:
    - Pues fíjate que no, ya no te me puedes negar, hoy por fin podré probar tu sabor antes de que te seques.
    - No lo hagas, morirás.
    Entonces la abejita se lanzó sobre ella, y justo cuando iba a
    probarla, sintió que una mano empezó a alejarla, era el jardinero que daba manotazos en el aire creando ráfagas de viento que para un insecto como una abeja debe ser algo igual a un tifón.
    - Fuera, fuera.
    Logró escuchar al jardinero.
    - Ah pero que abejita tan tonta, si supiera que si liba de esta flor se va a morir debido al veneno que contiene. Ya alejese pequeña terca o la dejo ser kamikaze y que se suicide.
    La abeja recobró la cordura y comprendió que la flor no era egoísta, sino que al contrario trataba de protegerla.
    - ¡Oh he sido injusta contigo! Me enceguecí ante tu negativa y me empeciné cada vez más en poder probarte, pero ¿Por qué no me dijiste que estabas envenenada? Tal vez así te hubiera dejado en paz.
    - ¿Me hubieras creído?
    - Seguramente no.
    - Pues bien ya entendiste el mensaje, no siempre puedes tener lo que quieres, y a veces lo quequieres puede hacerte mucho daño.
    Entonces la abejita voló a su panal.
    ¿Y la flor?
    Pues la flor luego de unos tratamientos donde se le quitaba el veneno para obtener la mejor parte de su néctar, se convirtió en un Channel Nº 5.
     
    #1

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