La forja

A plena luz de vela
el herrero desliza
su hechizo sobre
el acero heredado
sobre las chispas
crueles que arañan
sus brazos.

El oscuro taller
alberga cuerpos
enjaulados sin
que él lo sepa.

En ocasiones,
la herramienta
falla y se opone
a la fuerza del
buen hombre.

Se le encomendó
una espada para
el Conde de Vichy,
mas desconoce
aquellos laberintos,
aquellas cocinas
de potajes y escobas.

Hábil en su oficio,
desnudo en la medianoche
porque se incendia
junto a la inusual
espada de Vichy
que jamás se usará
para nada.

 

Muy buen poema nos regala poeta,
ha sido un placer dejar mi huella en
sus letras, gracias por estar aquí

Abrazos tricolor,

 

Muchísimas gracias, poeta. Es un placer que le agrade. Apenas estoy incursionando en este género.
Un saludo afectuoso.