La fuerza de un sentimiento

LA FUERZA DE UN SENTIMIENTO


Un sentimiento inunda mi corazón,

un sentimiento poderoso que me hace fuerte y débil a la vez,

un sentimiento que me inspira a la lucha

un sentimiento que me inspira a vivir y me inspira a soñar.


Un sentimiento inexplicable que corre por mi cuerpo

y que lo hace sensible ante tu presencia,

una presencia que cambia todo mi mundo

y penetra a lo más profundo de mis pensamientos

y aun más en mi corazón.


Un sentimiento capaz de cambiar al más duro, al más frío,

envolvente en su esencia, contundente en su poder,

con una fuerza ilimitada que doblega al más insensible,

un sentimiento del que no te puedes defender,

fuente de vida en poetas, músicos, pintores, escultores,

que encuentran en este sentimiento el origen de su creación,

la razón de sus locuras y el motivo de sus vidas.


Un sentimiento que me lleva a ti

un sentimiento que me hace vibrar al besarte,

al abrazarte, al acariciarte,

que me hace disfrutar de la suavidad de tu piel,

de la calidez de tus manos,

que me hace perderme en tus ojos,

que le dan sabor a miel a tus labios

y vuelve eterno suspiro tu respiración.


Un sentimiento que tengo durante el día,

pero en la noche se vuelve incontenible,

un sentimiento que me hace feliz,

un sentimiento que provoca alegría o tristeza,

un sentimiento necesario para vivir y para morir,

un sentimiento muchas veces indescriptible,

un sentimiento solo entendible por quienes lo viven,

un sentimiento puro, quizás el más puro,

un sentimiento que solo lo puedo definir como…

…Amor.

 

Yo también lo tengo. ¡ Bienvenido al club ! Es legítima defensa personal. Porque tenemos que ser íntegros. ¿ Verdad ? Y amables. No antipáticos, ni violentos. Y como la tentación viene a por nosotros, cada cierto tiempo... Entonces, ¿ Nos entregaríamos a una derrota tras otra ? Para acabar tras las rejas, en prisión. Después de un robo, o de una pelea... No merece la pena. Vivir bien es a costa de abrir el corazón.