La gata

La gata se encarama en el hombro, y la luz proyecta la sombra sobre el plato.
La silla cruje ante el peso adicional, a la vez que el brazo cae pesado a un costado.
Le sigue luego el hombro, y al hombro la cabeza... y el costado, mientras la gata salta para caer de pie.

El silencio lo invade todo mientras la gata respira la boca del amo, mientras revisa su mirada fija, asombrada.

Salta de nuevo ahora a la mesa, sacude con sus patas el aguacate y la ensalada.
Agacha su cabeza, para tomar en sus fauces, la comida que el difunto dejó de disfrutar.

¿Será posible morir de un susto?

 

Genial. No sabia a donde iba tu relato. El final es buenísimo.

 

Y de un peo (perdón) en una tumba de Sevilla reza ésta inscripción "por un peo aquí me veo"
Un placer, saludos, espero que no te haya sentado mal mi comentario.

 

jajajajaj que gracia tiene su comentario, compañero jajajajajj. ESTE MICRO TIENE SU ARTE JAJAJAJ.

 

todo es posible cuando hay vida


un placer pasar por sus letras


salu2

 

¡Whau! Parece que si... no me esperaba el final! Un abrazo!

 

Sí que has logrado el factor sorpresa que algunos dicen esencial en todo buen microrrelato y que no resulta sencillo conseguir. Un gusto leerte, Dragon.

Un besote.

 

aplausos. un placer leerle.

 

Muy creativo final trágico :::triste:::

 

Muy buena creatividad, comienza confuso la narración pero eso atrapa para un buen desenlace
Abrazos

 

si no fuera su gato quizas si pero...seguro estaba viendo mientras cenaba una pelicula de terror jajaja
me gustó