La guerra en mi trinchera fria.

Arrastrándome hacia la ventana pedí piedad, y no sé si alguien me habrá escuchado desde allí arriba, en donde se encuentran aquel cielo sumergido en lagrimas, me encontré en mi trinchera acosijado, y me cubrí de cualquier ataque del enemigo o bombardeo, mis latidos se aceleraron y no dejaron de sonar y llegue a pensar que era un reloj que haría explosión a la hora en punto de las 12:00 de la noche, en un primero de enero, el traidor miró antes de pisar el territorio ajeno en donde nadie me esperaba, quizás yo mismo me dispare para salvar al batallón completo de mi ejercito.

Ellos me seguían paso a paso por la selva, todo sería como sacrificarme por ellos de dar mi sangre, no por un país si no por el mundo entero, si te ama te dejara ir, y ya no existirán las banderas ni la paz, entre los dos cruzamos el rio caminando encima de las rocas nos encontrábamos enfermos por falta de morfina, tuve el presentimiento que nos devoraran los cocodrilos, así que remamos hasta llegar a la meta y recibir el trofeo que nunca obtuvimos, no nos dimos por vencido jamás ni después de estar muertos.

Aun es que nos queda vida, y pasamos el periodo de morir y así de esa forma renaceremos para volvernos seres inmortales, y seamos leyenda en lo que cabe en el planeta, no repitas lo mismo, que ya has perdido la ciencia que llegaste a narrar, pudiese ser un mismo concepto pero en imágenes extrovertidas, solamente deja que tus alas vuelen y que tu espalda no te hiera y haz lo que realmente tengas que hacer así ya te cueste esta vida y la otra que viene.

Del: maldito73

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