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La habitación prohibida

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por ana zar, 11 de Octubre de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 1360

  1. ana zar

    ana zar Poeta fiel al portal

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    10 de Marzo de 2008
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    La habitación prohibida

    Un aura de misterio rodeaba la casa victoriana de color amarillo. Majestuosa, junto con un marco exuberante y pintoresco rodeado de frondosa vegetación, llamaba la atención desde lejos a cualquier visitante. Solo una ventana tapiada en la segunda planta, pintada esta de blanco desdecía con el resto de tan magnífica construcción.
    Los lugares fantasmales en esta ciudad de Escocia son numerosos, como el motel Seattle Inn cerca del castillo o el mismo castillo con su famosa Dama Rosa, pero los habitantes de Stirling se negaban a arrimarse a esta casa ya que se cernían “historias“ sobre la desaparición inexplicable de una niña. Por ese motivo era conocida como “la casa de la desaparecida”.

    Así que como mi casa también tenía su leyenda, nadie acudía a visitarme. Puede que la gente tuviera un átomo de razón. En realidad yo también sabía que algo extraño ocurría, aunque esto me tenía fascinada. Buscaba resolver el enigma de la casa con los escasos medios de investigación que poseía, con la ayuda de mi fecunda fantasía y claro, sin la colaboración de mis padres.
    Desde siempre que recuerde tenía terminantemente prohibido subir al desván. Mi habitación se encontraba justo debajo. A veces por la noche oía ruidos de pisadas suaves y espaciadas. Mi miedo infantil era aliviado rápidamente por mis padres:
    -Son ratas niña, no te preocupes, no pueden salir están encerradas.
    Yo me preguntaba porque no llamaban a alguien para matarlas, un exterminador como en las películas. Pero suponía que no podían, esto salía muy caro y como estas no salían nunca de ese aposento…



    15 diciembre 2006.
    Como estaba acostumbrada a escuchar algunas noches esos pasos, casi imperceptibles, agudizaba el sentido del oído para detectarlos mejor, interpretando a mi manera estos sonidos que me llegaban muy distanciados.
    De repente escuché un ruido de cadenas. Era un sonido ignoto, un nuevo descubrimiento para mi cerebro inquisidor .Volví a prestar atención pero el silencio se cernió implacable.
    -¿Que podría haber pasado? Este sonido era diferente de las otras veces ¡Esto no puede ser una rata!-pensé angustiada.
    Decidí escribirlo en mi diario para recordar este día.

    24 diciembre 2006.-
    Hasta Nochebuena no volví a escuchar ningún sonido extraño. Esta noche capté otra vez las pisadas vacilantes y un deslizar de cadenas que resonaban en el profundo silencio de mi habitación. Esta vez el ruido se alargó más tiempo de lo acostumbrado y con el oído alerta, la ansiedad se fue asentando firmemente en mi cuerpo.
    No me atreví avisar a mis padres ya que siempre encontraban la escusa perfecta para justificar la escena de mi fértil imaginación, (según ellos el ser hija única…).

    25 diciembre 2006.-
    La noche de navidad estos se vuelven a reproducir con más fuerza que nunca. Parecía que había una fiesta arriba .Todos estaban durmiendo después de la copiosa cena, menos las “ratas” y yo, claro. Así que ahora permanecía abrazada a mi muñeca, temblando de pánico y sin atreverme a moverme de la cama.
    continuará
     
    #1
    Última modificación: 11 de Octubre de 2009

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