La hermosa amiga "H" en un bosque

Quizá en algún viejo bosque, lleno de altos árboles que dejaran filtrar hermosas motas de la luz del sol, con aire refrescante haciendo susurrar las hojas y ondeando nuestros cabellos, con un misterio dentro del corazón y con miedo de recorrer el camino de vuelta en amargo silencio y estando juntos sin conectarnos, te lo diría. Te diría lo que he callado, lo que he dudado, lo que he sentido. Cuidaría cada palabra y tiernamente movería mis labios, como para evitar decir algo incorrecto o indigno y lastimarte. Hablaría de mis recuerdos, del aroma a café por las solitarias tardes en las que me siento como un árbol en un gigantesco campo dando sombra, aunque sea por ratos, al inmenso vacío del que se alimentan las raíces. Me acercaría lentamente a ti, preparando mis ojos para no perder detalle de cómo mientras más me aproximaría, más mi corazón se conmovería. Y esperaría finalmente a que lo entendieras todo, todo lo que arde no sólo en mí, sino en la atmósfera que constantemente me persigue e inunda. Lo sabría al proyectar mis ojos en los tuyos. Sabría que todo lo que he callado e indiscutiblemente ni siquiera es ni un poco pronunciable, por fin, con todo detalle, lo habrías entendido.