La hora del elefante

En el teatro español hay variantes con el león, que activa la mente hasta el punto de inflarla, la escala seria, a menos hasta crecer en c menor, las autenticas escrituras vienen del alma, las controladoras emiten fuego, apartan luz para variar entre horario y horario, por eso no se escribe la pauta de esta mi gran obra.

La captura del león es durable, los autenticos leones ven el alma como la guitarra las oportunidades, el único que escucha seria un elefante y no utiliza la música, la yegua el león y el chimpancé conducen hacia el teatro, los tres gustan de la compañía poco frecuente hasta ver el punto olvidadizo de lo que se hizo en la obra.

Las guitarras que son los puntos oscuros dentro del banquete suman cuatro cifras aumentando cada una con el peso del león. El que se asusta asustaría hasta caer en la corrupción del libre albedrio. Las opiniones son confusas, todos tenemos hambre, corremos y corremos, ¿qué es realmente ordinario?, subir.

Todo conduce a que el león sabe comer como los otros tres animales, conduciéndonos hasta el teatro una vez caída la noche, los que vienen del norte iniciarían la platica, los del sur obscurecerían entrada la mañana como dos puntas de alambre acabados de doblar, los del este amanecerían con hambre al grado de angustiar al elefante mientras que el punto x que es donde acaba nuestra discusión estaría preñado por dones mágicos durante la comida para aceptar que somos heridos y los autenticos leones comen como si la noche no faltara a estar en la hora exacta entrando la madrugada.