La intuición astral

La intuición de los astrales
surca el velo de maya,
observando los humanos
que en nuestra Tierra se hallan;
pero, el hombre no puede
verlos, al menos que expanda
aquí su sexto sentido.
Algún cruza la muralla
del espejismo terrestre
y el universo astral cata.
En nuestra tierra, los niños,
pueden mirar a las hadas,
por su pureza mental;
pero la persona humana
percibe espantosas formas,
cuando se halla drogada.
Las entidades astrales
se hallan aun sujetadas
a las angustias mentales.
Toda comunicación
no es por palabra hablada,
ni por mensajes escritos;
por razones telepáticas
ellos transmiten sus cartas,
no existiendo la maraña
de incomprendidas palabras,
como pasa en la Tierra
por disputas soportadas.
Tal figuras luminosas
ingeniosamente guiadas,
sin precisar oxigeno,
sólidos, agua, ni nada;
con luz cósmica se nutren
para pasar la jornada.
Percepción supraconsciente
de la verdad es intacta,
verídica e inmutable,
mientras que pierden la fama
las ideas sensoriales.
De resplandecientes plantas,
semejantes a los rayos,
las tierras astrales se hallan.
Los seres astrales, comen
verduras y más papayas
y beben néctar que fluye
de gloriosas fuentes santas
en los arroyos astrales.



(Romance, -a-a…)

P.D.
Maya: ilusión.
Basado en el capítulo 43, La resurrección de Sri Yukteswar, del libro, Autobiografía de un Yogui, de Sri Paramahansa Yogananda.

 

Hermoso romance con muchas ves verdades que llaman a la reflexión, grato leerte.
Un abrazo.

 

No he leído nada de Yogananda, pero sé que algunos seres astrales vienen a ayudar a la tierra. No tienen dientes y viven solo de la energía
universal. Yo creo que nosotros los humanos, somos seres espirituales que vinimos a tener una experiencia humana, elegimos anes de nacer, lo que debemos o queremos aprender. Lo he escrito en prosa.-
Saludos cordiales Castro.-

 

Así es. Al dejar el cuerpo físico vamos al astral o celeste, despues al causal y por último en el psíquico cogemos como vagaje la esencia de las vivencias terrestres y volvemos para que la tierra evolucione espiritualmente.
Un abrazo.
Castro.

 

Bueno, al margen de consideraciones meramente poéticas, tus conclusiones, Fdez. Castro, se me antojan aventuradas y arbitrarias.
Se nota que has leído mucho sobre el asunto pero no, no hay base científica rigurosa que sustente esa hipótesis que con tanta convicción defiendes.

Hay otros mundos pero están en este, que decía Paul Éluard. Respeto, cómo no, tus opiniones pero mientras no se demuestre lo contrario y mientras vivamos sobre la faz de la Tierra, todo lo demás son meras conjeturas gratuitas; intuiciones, como tú mismo reconoces.

¿El poema? Sideral pero sabroso.


Un abrazo, poeta.