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La joven peluquería (En redacción)

Tema en 'Relatos extensos (novelas...)' comenzado por MiguelJ14, 15 de Febrero de 2014. Respuestas: 0 | Visitas: 1409

  1. MiguelJ14

    MiguelJ14 Poeta recién llegado

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    25 de Enero de 2014
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    Antes que todo explico rápidamente lo que significa este proyecto.

    No es una novela pues no la plantee así: es una serie de humor. Tomo como base la estructura de la sitcom televisiva(personajes fijos, ambientes base, varias tramas en un capítulo) adaptándola a la narración escrita. Así, cada capítulo es independiente, sin mucha conexión con el anterior, fácil de seguir.
    Puede sonar algo raro pero era un experimento que quería hacer, pues me gusta mucho este formato.

    Sinopsis:

    Una comedia(literaria) de situación que narra las acciones disparatadas ocurridas en una peluquería cuando dos jóvenes peluqueros no tienen clientes: Martin, el peluquero presionado y conservador, y Jeymi, el peluquero despistado y reflexivo. A través del humor y el lenguaje paródico se muestra el absurdo de la vida, criticando los convencionalismos, el egoísmo y la frivolidad de la sociedad, entre otras cosas.

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    Capítulo 1: ¡¿Estamos listos?!








    Veía la peluquería con gente entrando y saliendo, encantados con su corte de cabello, sonriendo y llevándose a su casa la capita cubre-cabellos para no olvidar el momento. Bueno, está bien, solo era una postal que imaginé en mi mente como consuelo de la Triste y Peluquera Realidad: sin cortar cabellos. Reposado en el sillón-sala de espera observé a Martin, El Peluquero en Jefe, escalando el espejo. Creo que lo limpiaba. ¿O lo escalaba? No sé lo que hacía el chico.



    «Fhjiin…fin. Fhgjiin…fin», parecía emitir el espejo con cada rechinido.



    «Martin, Martin, Martin… Estúpidas personas-desconsideradas-egoístas que no quieren cortarse el cabello con el buen Martin. Él solo quiere ayudarles un poco con su cabellera mientras siguen el paso de la vida», susurraba quedito El Peluquero en Jefe pero muy «encabronado», como creo que se dice de manera normal y sofisticada. Pero qué le pasa al chico. Muy enojado. Yo nunca me enojo, eso no pasa por mi. Entonces tengo que ver a Martin como un extraño de otro mundo. Pero ¡Oh, seamos comprensivos! El chico está asfixiado de no cortar cabellos.



    —Bueno, vale, ya pasó. ¿Quieres una bebida energética para peluqueros?—digo invitándolo a que se baje de ahí.

    —Si, por favor—dice respirando con dificultad—. Gracias.


    Abro el refrigerador que toda peluquería debe tener. Saco el Peluquereid, la bebida solo para peluqueros. Evite el consumo en caballos y personas que dicen ser normales, menciona el envase. Yo, ¿ya soy peluquero por estar en la peluquería o sigo como personal normal? Digo, para ingerir esta bebida. Aunque, tengo entendido que yo no sé nada del Ser Peluquero y solo estoy aquí como apoyo del que SíEspeluquero. También para ganar un poco de lana. Tener mis ahorritos y gastármelos en cuanto pueda.



    —Con esto, Jeymi, no creas que nuestra relación cambiará y será amable y cordial como todas las relaciones laborales en donde los empleados disfrutan lo que hacen —condiciona Martin, El Peluquero en Jefe, señalando hacia el marco de nuestro Rey Peluquero(un tío calvo y con ojos rasgados). Empiezo a pensar si no será en realidad un dios chino. Lo investigaré...

    —Ah, claro, respetarnos e intercambiar nuestros intereses —digo seguro. Sé a lo que se refiere.
    —Hablar de lo que sea y mencionar si la noche anterior viste [I]La Ley y el Orden: Unidad de Victimas Especiales.[/I]
    [FONT=times new roman]—Explicándonos la soberbia del detective Elliot Stabler hacia Olivia Benson.
    [FONT=times new roman]—¡Sin importarles la opinión de Odafin Tutuola!
    [FONT=times new roman]—¡Ese Ice-T…! Por cierto, sacó un nuevo disco.
    [FONT=times new roman]—¡Basta! Dame esa bebida —ordena Martin retomando su dureza de líder.
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    [/FONT][/SIZE][FONT=times new roman][LEFT][LEFT][SIZE=4][FONT=times new roman]Entra un señor calvo a la peluquería, con poco cabello en los costados y un considerable hueco en medio de la cabeza(Eso es calvicie). Gordo, bajito de estatura y ropa casual de señor, fajado hasta el ombligo aparece imponente diciendo «¡Como siempche, joven!». El pobre quería cortarse el cabello. En qué cabeza. Digo, es evidente que en la suya, pero ¡es ridículo!
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    [/FONT][/SIZE][FONT=times new roman][LEFT][LEFT][SIZE=4][FONT=times new roman]Martin, El Peluquero en Jefe, apurado, camina por la peluquería buscando algo. «¡¿Estamos listos?!», suelta agitado. No, no estamos listos. En realidad, yo nunca he estado listo. ¿Qué es estar listo? «¡Vamos, Jeymi, ve a tu casa y busca la capita cubre-clientes que no encuentro por ningún lado! Ya tengo la máquina», me pide presionado. Dah, que espere un poco. «¡La silla reclinable, la silla reclinable!», dice angustiado. «Eh, ya estoy checlinado en ella», avisa el señor calvo desde la silla. «Bien, rápido, Jeymi, mientras tapo al señor con mi camisa», dice casi sudando. «Uhn. Ño, ño lo cheo», replica inconforme el cliente calvo pero de inmediato es cubierto con la camisa. Martin lo está ahogando. Y yo, rápidamente me traslado a mi casa, sin saber qué voy a hacer ahí. Oh, soy todo un despistado.
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    Pasé al garaje de mi casa. Un cuarto gris casi vacío de no ser por el sillón azul marino. La vida sólo con un sillón es otra. Sí, está comprobado. Vivir con sillón no es lo mismo que sin sillón. Bueno, este lugar fue el señalado [I]por mi mamá[/I] para las herramientas de peluquería. Pero, diablos, ¿dónde he puesto las herramientas? Dejemos esto a un lado. Es cualquier cosa, pensé indiferente cuando tenía las herramientas. No le demos importancia. Si, lo recuerdo, fue memorable aquella vez...
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    —¿Como siempre, eh?
    [/FONT][/SIZE][FONT=times new roman][LEFT][SIZE=4][FONT=times new roman]—Si, joven. Ya sabe.
    [FONT=times new roman]—Como siempre, como siempre. (Nunca viene nadie a cortarse el cabello con el buen Martin y cuando vienen piden «Como siempre». ¡Maldita sea!)
    [FONT=times new roman]—Pechdón, ¿me decía algo?
    [FONT=times new roman]—Nada... Este, ¿cómo es «como siempre»?
    [FONT=times new roman]—Ah, joven, muy fácil, así como si usted cochtacha un poquito de aa...
    [FONT=times new roman]—No, no. Espere, espere. No se duerma...
    [FONT=times new roman]—Ahgggghh...rummm....Aahgghhh...
    [FONT=times new roman]—Como siempre....

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    «Rey Peluquero...» No sé, pero ahí hay algo raro. Un hombre calvo siendo peluquero y, no cualquier peluquero sino [B]«El Rey Peluquero».[/B] ¿Un buen peluquero se distinguirá de un peluquero del montón por su cabello? ¿Las gotas de la batalla aquí se reflejan en cabellos caídos? ¿De qué batalla hablo? [I]La batalla de Los peluqueros vs Los No Peluqueros: El regreso del cabello grasoso[/I]. Creo que con estos cuestionamientos personales estoy aprendiendo más de peluquería. De repente, mostremos entusiasmo e interés en lo que no nos gusta. En efecto, no sirve de nada más que para mostrar que te importa algo en la vida y No todo está perdido, No todo está perdido. Bueno, mucha batalla y poca sangre, si esa es la frase que ejemplifica este momento. Creo que llevaré esta sabana roja(de algo puede servir). ¡Vaya que me he tardado en buscar las herramientas! Todo un dedicado en mi trabajo. Jeymi, El Chico Trabajador, podría decir la placa de mi uniforme. Ah, si ni tengo uniforme: es mi camisa de vestir azul cielo. Vale, la podría mandar para que la borden con mi ocurrente seudónimo.

    [FONT=times new roman]

    —¡Servido!
    [FONT=times new roman]—¡Pero qué es esto…!
    [FONT=times new roman]—Bueno, espere, entendamos. Usted se durmió y no me quiso explicar cómo era...
    [FONT=times new roman]—¡Lo voy a matach! Antes, cheo, me tapaché un poco con este kimono de peluquecho.

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    ¡Oh, por dios...! ¡El Rey Peluquero! ¿Donde ha estado todo este tiempo?, dije al ver frente a mi a Rey Peluquero en la peluquería. La gente ha estado preguntado por usted, le digo para que considere. No está ni Martin, ni el señor calvo(Cierto, está Rey Peluquero, ¿qué más pido…? Lo he encontrado. Un punto para Jeymi, El Chico Trabajador). Ese par debió irse a otra peluquería. Y ahí, ver si Martin podía cortar el cabello al señor calvo. Solo por no tener una capita. Impacientes.
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    [/FONT][/SIZE][FONT=times new roman][LEFT][LEFT][SIZE=4][FONT=times new roman]—A un lado —dijo molesto el Rey mientras lo acariciaba. ¡Estaba frente al mayor de los peluqueros!
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    [SIZE=4][FONT=times new roman]—¡Oh, y hasta habla como nuestro único cliente! —dije encantado y tierno por el humilde gesto de nuestro Rey.
    [FONT=times new roman]—¡No sea ESTÚPIDO! ¡Soy el cliente!
    [FONT=times new roman]—¡Es dos personas al mismo tiempo! —no cabía mi emoción.
    [FONT=times new roman]—¡Cállese! ¡Su amiguito peluquecho se me ha pechdido!
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    [/FONT][/SIZE][FONT=times new roman][LEFT][LEFT][SIZE=4][FONT=times new roman]Martin estaba escondido en el refri. Lo supuse. No sé por qué se habría metido ahí. Pensé que por la emoción de ver a Rey Peluquero y, él mismo, para tranquilizarse un poco, como castigo, entró al refrigerador.
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    [/FONT][/SIZE][FONT=times new roman][LEFT][LEFT][SIZE=4][FONT=times new roman]—¿Sigue ahí? —dijo Martin asomándose un poco por la puerta del refri, temblando.
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    [SIZE=4][FONT=times new roman]—¡De esta no se salva! —amenaza Rey Peluquero rumbo al refrigerador
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    [SIZE=4][FONT=times new roman]—Oiga, yo también soy su fan. Debe poner atención en todos —pronuncio sentido tomándolo del kimono. Esta bien, era el mayor de los peluqueros pero nada le permitía un comportamiento así, ¡tan prepotente…!—. Eso no habla muy bien de usted, ¡eh! —dije aconsejando mientras me arrastraba por el piso en busca de Martin.[/FONT][/SIZE][FONT=times new roman][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font]
     
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    Última modificación: 15 de Febrero de 2014

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