La leyenda de una adorable mortal (2da parte)

EL PLAN DE LA ENVIDIOSA LUNA (Parte 2)
Continúa la leyenda que nos narra de la belleza de una mortal, que alguna vez hizo suspirar al imponente sol, causando con ello la envidia de la luna. Se sabe que la eterna reina de la noche, muy celosa de la belleza de aquella mortal, planeó la manera de volver a ser la más hermosa del universo, se sabe que el plan había sido premeditado conjuntamente con su tristemente célebre socia, la lúgubre oscuridad; y consistía en secuestrar a la mortal, para luego ocultarla eternamente en lo más oscuro e impenetrable de sus lados. Se conoce hoy por el viento, que con esto quiso asegurarse de ser la más bella y el mar, tomando el rol de cómplice, le aconsejó llevar a cabo su perverso propósito de noche, en los límites de sus dominios y favorecida por la nostálgica penumbra, este ya era un asunto que de alguna manera comprometía a todos los elementos que conforman el cosmos. De esta manera la lluvia, siempre melancólica y también cautivada por la ternura de aquella mortal, imploró a la luna que reflexione, al ver la tétrica intención que causaban sus celos. El viento, quien fuese su eterno confidente, planeó alguna vez disuadirla al recomendarle no despertar la ira del rey sol, muy consciente de la admiración que sentía el imponente rey de los astros por esta tan adorable mortal; pero al ver la determinación de la Reyna luna, decepcionado por no hacerla entrar en razón y a la vez consciente de no poder detenerla, planeó anticipar a la dulce mortal, enviándole un mensaje camuflado en una suave brisa. Y la adorable mortal, hasta ese entonces desconocía del conflicto que estaba a punto de causar su ternura e incomparable belleza, aunque el relámpago, siempre belicoso, llegó a asegurar que la guerra estuvo declarada: pues por un lado, su belleza mantuvo cautiva a la lluvia; el viento intentó resguardarla y el sol, la admiró. Y por el otro bando: el mar llegó a conspirar en su contra, la penumbra la desfavoreció con sus intrigas y la luna, la envidió. La irreconocible Reina luna, quién desde tiempos muy remotos fuese fuente de inspiración de muchos seres, mostró alguna vez su lado más oscuro y muy confiada de su victoria, ignoró del arma más tierna y a la vez poderosa con la que contó la adorable mortal… su incomparable sonrisa.