La luna de día.

La Luna en la mañana me esperaba
y aunque presente el Sol estaba inquieto,
se disculpó la Luna, -es un soneto
que esperé por la noche y no lo acaba.

La Luna las palabras me dictaba
y era un rayo de luz, blanco, coqueto,
que sin poder estar del todo quieto
con una tenue luz, me cintilaba.

Me decía palabras como boca
y mi boca en dulzuras deshacía
soñando que tu boca me besaba,

y luego susurraba,-estás loca,
el amor no se sueña-, me reñía,
-si lo sueñas la vida se te acaba.
​

 

Sí, hay besos.
Sergio, un beso.

 

Pues te ha quedado un soneto romántico y ensoñador a la luz de la Luna, ayyy la Luna siempre cómplice de l@s enamorad@s. Me ha encantado leerte querida Luciana, siempre me encanta........muáááackssssssss

 

Muchas gracias, lomafresquita, por tu lectura y amable comentario. Un abrazo.

 

Acá ahora se ve la Luna de día y sus mares. Besis

 

Pues aprovecha. Debe ser un lindo espectáculo. Gracias por pasar comadre ya fe extrañaba..
Un abrazo, Lluna.

 

MarcosR, muchas gracias por tu amable comentario. Un abrazo. Luciana.