La maestra de álgebra

Quiero contarles de mi maestra de algebra, una mujer sumamente hermosa y feliz a la que vi en muchas ocasiones por toda la escuela, antes de que desapareciera el día de ayer.
La primera vez que la vi fue en la ceremonia de bienvenida para los estudiantes de primero de secundaría, finamente vestida con un vestido rosa que le llegaba arriba de las rodillas, estaba parada detrás del director de la escuela, jugaba con su cabello castaño, seguramente estaba nerviosa porque también era su primer día como maestra. Me llevaron a mi salón, me senté frente al escritorio era como una forma de defensa, si estaba cerca del profesor los demás niños no me molestaban nunca. Entro mi maestra de español una viejita redonda, con cara amable, pero mucha autoridad nos hizo presentarnos de uno a uno en el salón y la odie desde entonces pues por causa de su sordera todos terminaron por llamarme Canelo en vez de Camilo, pero después de ella entro la profesora de algebra, traía en su piel la esencia de jazmines con limón, su vestido rosa, y tacones negros, entro como una ventisca por la puerta saludo pero nadie pareció ponerle atención, nadie más que yo( y por ese tiempo yo era casi igual a nada), ignoro la descortesía de mis demás compañeros y escribió su nombre en el pizarrón: Ariadne Moysen.
En los días siguientes la vi correr por el pasillo para asistir a su clases puntualmente, y me entere que aún continuaba estudiando, nadie en los demás salones le prestaba atención, yo creo que por eso la vi llorar tantas veces en cerca de los laboratorios de biología, algunas veces me decía con su vos llorosa:- Canelo ve a clases se te hará tarde, no quiero que te regañen por culpa mía. Pero como yo era obstinado me quedaba, entonces ella me abrazaba y me decía que lo único que quería era irse a casa; a veces llore con ella.
Sus clases era divertidas aprendí como resuelven ecuaciones, complejos, binomios, trinomios, todo, mientras los demás se reían en clase, la seguía a escondidas por toda la escuela, cuando entraba a la cafetería a pedir un almuerzo y nunca le prestaban atención, cuando saludaba sonriente a los demás profesores y nadie le respondía un saludo, creo que fue mi culpa, soy el hijo de una persona importante, tengo cosas lindas y caras, todos los maestros me tratan con respeto, y mis compañeros siempre me molestan, yo creo que se enteraron de que la maestra de algebra es mi favorita y quieren correrla para que otro pueda ser mi favorito y papá les pague mucho dinero por hacerme la vida un poco más feliz.
Pero la maestra Ariadne nunca le pide dinero a papá, está conmigo porque dice que soy un buen niño, y sospecho que se irá pronto pues últimamente está un poco más feliz de lo usual.
El día de ayer entro Yuliana al salón cuando estaba hablando con la maestra de algebra, brincaba de emoción traía sus coletas desatadas y las mejillas rojas de tanta felicidad se acerco a la maestra y la abrazo, Yuliana había aprobado su primer parcial de algebra. Antes de irse me entrego una nota con la calificación de mi examen, la abrí, yo también la había aprobado abrace a Ariadne con fuerza, la bese en la mejilla y respire su perfume de jazmines con limón, me soltó los brazos de su cuello camino hacia la salida del pasillo que parecían muy alumbrado y me dijo Adiós
Yo siento que algún día regresara, y siempre estoy atento a la puerta para verla entrar con su vestido rosa y sus tacones negros.


Oz Mireles

 

Oz Mireles
Un relato hermoso, espero que un día regrese la Maestra de Algebra...
me ha traído gratos recuerdos de mis alumnas, cuando me ven por la calle
corren a abrazarme, creo que lo que uno siembra se cosecha en abundancia...
ella sembró amor y cosas lindas en tu corazón
estrellitas y cariños
Ana

 

Gracias amiga!!!! sii este relato esta inspirando en una maestra
que me esta enseñando mucho y con calma en este semestre
tan dificil en mi carrera
gracias por tus estrellas!!!
un buen día!!!