1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

La magia de un día

Tema en 'Prosa: Obra maestra' comenzado por Alejandro Magno, 2 de Noviembre de 2011. Respuestas: 2 | Visitas: 1035

?

Te gusto la publicacion?

Encuesta terminada 2 de Diciembre de 2011.
  1. Si

    0 votos
    0,0%
  2. No

    0 votos
    0,0%
  3. Masomenos

    0 votos
    0,0%
Se permite multiples votos.
  1. Alejandro Magno

    Alejandro Magno Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    1 de Noviembre de 2011
    Mensajes:
    95
    Me gusta recibidos:
    4
    Poco dan que hablar los domingos, nada nuevo estoy diciendo y menos si de dos extraños hablamos. Pero el día menos pensado puede la vida hacerte un mimo. Con la excusa perfecta, la estaba literalmente esperando, vaya uno a saber desde cuando. Es que hay cosas a las que uno lamentablemente se acostumbra y ni siquiera nota. Tardó una fracción de segundo en robarme la primer sonrisa, si eso no es ser vulnerable entonces la vulnerabilidad francamente no existe. Me hizo comprender que cuando sobran las risas las palabras están de más. Química tienen las sustancias, nosotros teníamos magia. Magia que quizás nuestros ojos, dolidos de vernos tantas veces fracasar, no la supieron ver. Pero hubo quien si la vio, bien pudo haber sido coincidencia, prefiero pensar que ya se nos veía tan bien juntos. El sol ya se escondía, pero para serles sincero no me importaba, tenia quien me iluminará, y aunque nuestro destino final era un tanto incierto, no recuerdo haber sentido miedo, ni tampoco apuro. No recuerdo siquiera haber sentido ganas de llegar, cuando la compañía es buena todo lo demás se reduce a detalles. Risas van, risas vienen, se robo algo más que un par de sonrisas, y aunque tanto brillo nos rodeaba simplemente no podía evitar que mis ojos se posaran en ella. Quien cuide lo suyo sabrá cuidar, quien cuido aquello que no le pertenece sabe valorar. La noche ya nos había devorado por completo, pero, ¿qué más daba? Teníamos todavía tantas ganas de reír.
    Siempre las vueltas son tristes, pero no se me cruzó por la cabeza pensar porque la nuestra no lo era. Nos importaban tan poco los actores de reparto de nuestra historia, que ni siquiera notamos como las horas nos pasaron por al lado. El destino nos hizo un guiño, quiso que esa noche nos quedáramos varados donde el común de la gente ve tan solo un lugar de paso, una de esas noches que invitan a abrazar sin siquiera pedir permiso. Me dijeron una vez que cuando se abraza con los ojos cerrados, se abraza con el corazón. Y así pasamos la noche, abrazados, sentados en una escalera, ella y yo no necesitábamos nada más para ser felices. El sueño nos duró lo que dura un abrir y cerrar de ojos. Le hablaba y sonreía, la miraba y sonreía, sonreía y ella sonreía. Y aunque jamás lo confesé, me pasé la noche preguntándome si acaso existía algo más hermoso que verla sonreír. Aún hoy me lo sigo preguntando.
    Últimos momentos juntos antes de una despedida y un “hasta algún día”. Recostada sobre mí, estaba tan cerca de su boca, estaba tan cerca de mi corazón. Habremos llamado la atención de más de uno, carcajadas así atraen las miradas a esa hora del día. Nadie creería que unas horas antes éramos poco más que desconocidos. Fue el deseo irrefrenable de pasar aunque sea unos minutos más con ella, lo que me llevo a desviarme un poco de mi ruta de regreso a casa, lo que aún no comprendo es que me llevo a tomar su mano, quizás quería retenerla un poquito más, quizás quería sentir la suavidad de sus manos o simplemente la estaba invitando a que me acompañe de ahí en más. Así, tomados de la mano sin saber porque, dimos nuestros últimos pasos juntos ese día.
    Y te vi irte, te deje ir sin saber cuando te volvería a ver, sin saber si te volvería a ver, confiado de que lo que se tiene que dar, tarde o temprano se da, de que los besos que nos guardamos iban a servir para otra batalla. Para ese entonces ya era lunes por la mañana, la gente corriente comenzaba su día, su semana, nosotros sin proponérnoslo comenzábamos algo más. Y es así como en doce horas puede uno enamorarse, es así como basta tan solo medio día para cambiar el resto de tu vida. Para algún curioso que no sepa como sigue la historia, le cuento que pasaron a penas cinco días hasta que volví a verla, y esa noche ya no hubo excusas para no dejarnos llevar por tanta magia.

    Desde aquel día siempre caminamos de la mano, siempre para adelante, y ya sabemos porque lo hacemos, para nunca más dejarnos solos. Hoy, apenas seis meses después de esa hermosa noche, se que mentiría si dijera que ella no encontraría quien la ame como yo, sería menospreciar toda su hermosura, solo quiero decir que mi mayor deseo es, que así como hoy, siempre elija mi amor.

    Si la vida es buena, quiero disfrutarla con vos. Si la vida es perra quiero sufrirla con vos. Tan solo quiero… vivir con vos.
     
    #1
  2. tualma

    tualma Invitado

    Precioso escrito Alejandro, bellas imagenes de un amor muy deseado, me alegra saber que estan juntos y amandose mucho.

    sabes? me gusto esa frase que mencionas... QUE "CUANDO SE ABRAZA CON LOS OJOS CERRADOS SE ABRAZA CON EL CORAZON" es bella.

    besos poeta, te leo pronto

    Tualma
     
    #2
  3. Alejandro Magno

    Alejandro Magno Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    1 de Noviembre de 2011
    Mensajes:
    95
    Me gusta recibidos:
    4
    Muchas gracias amiga, por aqui mucho se te extraña a ti y a tus hermosos escritos. Saludos



    Tualma[/QUOTE]
     
    #3

Comparte esta página