La mandrágora

LA MANDRÁGORA​

Me naciste desde mis últimos estertores

mandrágora bicéfala

como un sacramento apócrifo

como un Caronte equivocado.



Absorbías la juventud que yo perdí

con la extraña equidistancia de lo impuro

Eras mi otro yo, el que siempre fue conmigo

oculto tras de mis sombras.



Eras la vergüenza dúplice de mi humana condición

ese destino irredento que nunca quise aceptar

la rémora por la que nunca fui yo

el que deseaba ser antes de ser nacido.



Condensabas las esencias de lo torvo,

de lo impuro en tu forma monstruosa y mineral

eras canon abyecto de lo grotesco, sólida polución

sin embargo, infinito es tu poder genesíaco.



Después de tí nunca conoceré la inocencia

desde tí hasta mis ojos un turbio velo se extiende

mandrágora venenosa, mi mismidad repugnante

excrecencia insoportable de mi naturaleza animal.



En la densa noche oscura te contemplo como a un ángel

tales son los resortes de tu magia, de tus azules lascivos

yaces junto a mí en el lecho de la sangre putrefacta

y repliegas tus alas de cuchillo evitando sus brillos asesinos.



Y me adormeces, flor maldita, con tu aroma putrefacto

y te acaricio, oh tu suavidad diabólica, y me calmas los ardores

de los fuegos de las pasiones que tú alzas

así muero entre tus grumos, lentamente, lentamente...


​

Ilust.: Herbolario medieval. (de Google)​

 

Gracias, Nommo, por tu cósmico comentario. Acerca de la mandrágora se lo justito; lo de güiquipedia y algún librote de divulgación pseudocientífica sobre brujerías y rollos de esos. Pero de lo que estoy convencido es que el humano femenino devora, siquiera metafóricamente, al s.h. masculino. Y que de alguna forma el hermafroditismo del que la mandrágora es símbolo está latente en todos nosotros. Tal vez no fuese casual el nombre que pusieron al famoso bareto madrileño Javier Krahe y los suyos; lo digo después de escuchar su canción "Marieta". Un abrazo, compañero.
miguel (Géminis por mas señas)

 

No te esfuerces, Fulgor. Ni yo soy Churchill, que en gloria esté, ni mi poema merece la pena la investigación semántica léxica. Me conformo con que no te produzca vómitos. Un abrazo, amigo. Que la semana y la vida te sean leves. Yo, de jubilata, espero que también seré feliz.
miguel

 

Muchas gracias, Danie, por tu comentario tan erudito. Para mí estos temas son simples referencias, asuntos que he sobreleído, incluso divagado sobre ellos con gentes que los conocían mejor que yo. Creo que entre los muchas heridas que se han cerrado en falso en nuestra cultura occidental, estas de la magia, las supersticiones y los asuntos de brujería están latentes esperando que, en algún momento, la falta de alicientes de las cuestiones modernas los vuelvan a sacar de sus sarcófagos. No es ignorancia, son saberes antiguos de los que, parafraseando a Antonio Machado, podría decirse respecto de las ciencias y las técnicas actuales "desprecian cuanto ignoran."
Por otra parte, el largo poema, o fragmentos de poemas tuyos, que acompañan a tus comentarios me han interesado sobremanera. Pasaré a visitarte por tu blog. Un cordial saludo,
miguel

 

Bienhallado por mis versos, Ciber. Schopenhauer, pronto Nietzche y Kierkegaard (aquel del que Faemino y Cansado decían: "Qué va, qué va, yo leo a Kierkegaard), amigo mío, vas camino de un jardín maravilloso que te llevará al existencialismo, al nihilismo y, de regreso, al absurdo, la única lógica en la que podemos refugiarnos. Que semanees bien y la vida te sea llevadera. Abrazos de un jubilado,
miguel

 

Repasando viejos poemas encuentro este comentario tuyo que, imperdonablemente, he dejado de contestar y agradecer. Confío en tu benévola actitud hacia mí para que sepas disculparme. Naturalmente este tipo de poemas, aunque no surrealistas "sensu stricto" nacen de un cierto resplandor súbito, impensado e impremeditado. Te surge una palabra, una pequeña frase que no tiene relación alguna con el momento en el que estás viviendo; y si estás algo despierto la cazas al vuelo y empiezas a escribir. Después todo es aluvión (muchos pensarán que de incongruencias, puede que ellos sean quienes tengan la razón.) Un buen psiquiatra tendría un rico material de análisis a partir de este tipo de escritura. Pero yo nunca me dejaría hacer ese análisis: este es el último reducto de paz espiritual que me queda. Muy feliz con tu visita, querida amiga.
miguel