1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

La Mirada

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por venus2009, 7 de Septiembre de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 560

  1. venus2009

    venus2009 Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    5 de Septiembre de 2009
    Mensajes:
    29
    Me gusta recibidos:
    1
    Puse en orden de prioridad a cada uno de mis órganos sobre la mesa.
    La madera parecía una alfombra de arena fina, más una tela de cirugía que otra cosa.
    Me vacié el cuerpo con una sola razón. Quería verme.
    Sentado a la cabecera como un tirano con bisturí, manchado de sangre hasta las pupilas, mojado hasta los huesos con mi propio silencio, quería verme...nada más.
    El corte empezó en el estómago y terminó en el plexo.
    Me costó desgarrarme el pecho, parecía un cofre de hierro forjado,
    metí las manos como garras impetuosas y me arranqué el corazón mientras aún latía.
    Quería escucharlo de cerca.
    Mis entrañas ocuparon casi la totalidad de la mesa de trabajo.
    Parecían un desparramo de palabras que aún no había dicho;
    Fue en los pulmones en dónde noté los suspiros.
    El aroma de ese minúsculo aliento me reconfortó sin poderlo evitar inmediatamente,
    era un perfume.
    ¿Algún amor tal vez?
    -Quizás- Respondí al instante.
    Más ya no me importaba.
    Me incorporé lentamente con la carne rasgada y me contemplé en el único objeto que
    había dejado presente en mi sala.
    Un espejo.
    Fije la mirada en el reflejo.
    Parecía el vacío.
    Un agujero negro y profundo.
    Fue cuando empecé a sacarme la piel que mi mente se puso en estado de alerta.
    Supuse que era simplemente porque estaba arrancando mi contacto con el mundo.
    Más ya no me importaba.
    Fue doloroso ese proceso.
    Arrancar la memoria es siempre una tarea ardua que requiere de algunos saberes aprobados y yo no era un graduado en dejar ir.
    Al contrario. Muy al contrario;
    Le hacía honor a cada una de las cicatrices que exhibía mi corazón apostado en el caos de venas y fluidos que lo acompañaban en el plato blanco, ese en el que se me había ocurrido depositarlo. Lo quería confortablemente moribundo, al fin y al cabo me había vivido.
    Fue extraño verme sin piel;
    Parecía un bosquejo.
    Seccionar los músculos tampoco fue fácil.
    Ni mucho menos los tendones que se aferraban con furia intentando mantenerme la forma;
    Parecían cables tensos, que al cortarlos, se estrellaban impetuosos en las paredes de mis huesos dejando así que se desplomaran uno a uno los pilares de mi anatomía.
    Allí no pude contener un grito de dolor.
    Parecía un tótem alcanzado por un rayo.
    Un titan con las piernas destrozadas.
    Caí de rodillas.
    Ante mi imagen,
    la que nuevamente me devolvió el espejo.
    Quedaba poco de mí pero me reconocí al instante.
    Y empezaron las lágrimas.
    ¿De dónde vienen? -Me pregunté-
    No tengo lagrimal.
    No tengo corazón.
    No tengo piel.
    No tengo memoria.
    La verdad, ya no me importaba saberlo.
    Quería verme. Nada más.
    Estuve varios días o así creo hecho un montón de huesos quebrados, músculos rasgados, tendones cortados, órganos ausentes.
    Estuve varios días o así creo llorando sin saber de las lágrimas.
    Estuve varios días o así creo hasta que de repente recogí uno a uno mis pedazos y volví a pararme frente a mí. Frente a mi espejo.
    Y fue después de varios días o así creo de ser un vacío que abrí la puerta y salí a llenarme los pulmones de otros perfumes.
    ¿ De más amores?
    No lo sé.
    No me importa.
    Yo sólo quería verme en la ausencia.
    En la tuya.
    Y en la mía.
     
    #1

Comparte esta página