La muerte de Dido (verso blanco)

7 Estrofas de 3 versos (blancos), más 1 estrofa final de 5 versos, blancos también.
Dodecasílabos.


Sostiene la espada de hierro afilado,
y contra su pecho la vuelve, suicida;
la Reina a los cielos exclama doliente:

"Ingrato designio, condenas mi alma
a oscura agonía, vagando por siglos
eternos tan sola, sin nada que pueda

servir de consuelo, quedando mi sangre
maldita por siempre, por siempre reclusa
de esta gran llaga causada al amarlo,

a ese perverso que roba mi vida
marchando lejano, huyendo cobarde,
ajeno a mi pena tan honda, terrible,

que aumenta, no cesa, punzante y amarga...
sentir que es veneno, sentir que es locura,
sentir que me abrasa con fuerza asesina.

Amor que se torna tormenta furiosa,
y estaca de fuego y arma de odio,
dejando en el alma sabor de la muerte.

Amor que te fuiste... ¡¡regresa, regresa!!...
Ah sola me hundo, tan sola me pierdo,
en esta desgracia de estar sin tus brazos.

Empuño la espada que fue de mi amante,
dispuesta a lanzarme sin luz al abismo.
Las sombras del Hades me envuelven, me cegan...
ya siento la sangre dejarme sin vida,
ya siento la vida dejando su aliento" .-