la muerte de un futuro

Hoy, justamente hoy me senté a pensar en tu muerte, ya ah pasado mas de una año y aun así miro los espejos en busca de un reflejo olvidado, o al cielo esperando que caigas con tu rostro de ángel.
El tiempo parece no moverse ni en siglos, ni en segundos, y a la vez lo percibo de las dos formas, por que el sentimiento de vacío pareciera estar en mí hace mucho tiempo, y sin embargo en mis recuerdos creo haberte visto hace apenas un instante, mirándome con tus ojos picaros.
A veces no es otra cosa que tus besos o abrazos los que me entorpecen los días, o las noches, o la vida, y así torpemente voy viajando entre el pasado y el presente, entre los sueños y la realidad. El dolor de mis brazos me sigue incansablemente, por que ellos no dejaron de extenderse desde el último abrazo, y parecen reacios no solo a la idea de que los tuyos hace tiempo se fueron, no! peor aun, no son capaces de ingerir, que tampoco el tiempo, ni la furia y la perseverancia lograran su regreso.
Hoy, una vez mas, trate de descifrar los pasos que desencadenaron la extinción de tu perfume, pero otra vez no encontré razones que me liberen; pienso que quizás no tengo la capacidad de razonar ninguna, yo solo tuve a mi alcance las palabras, solo ese fusil supe utilizar para librar batalla, y así resiste con las veinte ocho letras del abecedario, lo que obviamente fue escaso e insuficiente en esta guerra.
Lo fascinante de esta situación, es haber encontrado una o dos metas inagotables, veras que en mi vida es repetida la manía de aprender nuevas cosas, de adquirir habilidades o conocimientos, pero en mi naturaleza inquieta y apresurada, van quedando cada uno de estos desafiados convertidos en variables. Y como decía, en esta ocasión tropecé con la necesidad de olvidarte o de besarte una vez mas, esas son dos cosas de las que si, no eh podido desprenderme, aburrirme ni ignorar.
La vida continua, y ella misma se encarga de mostrarme seres únicos e irrepetibles, de mostrarme también y por consecuencia, único e irrepetible. Quizás así algún día entienda que no puedo buscarte en otra sonrisa casi perfecta, o buscar tus rostro en la multitud, por el simple hecho de ser tu persona UNICA e IRREPETIBLE, de ser tu voz, tus manos, tus labios, tus ojos, tus besos, tu piel, una combinación de constelaciones de estrellas únicas, perfectas, coordinadas con el universo, saber que ni en el espacio infinito, caben dos miradas de ángeles gemelas.
Hoy, justamente hoy me senté a pensar en tu muerte, en la muerte del deseo, en la muerte de esos lazos invisibles, hoy pensé en el último beso robado. Hoy fue que pensé todo esto después de verte allí lejos, separados por cadáveres de tiempo, por tu ignorancia de que aun yo estoy vivo, por que no das cuenta ni de los recuerdos, y por que te descubrí despojada del pasado, con una mirada picara hacia los demás.
Hoy, justamente hoy, después de todos estos pensamientos es que me percibí en otro plano, en un espacio-tiempo desconectado del tuyo.
Hoy es que después de tanto divague, descubrí que nadie murió, solo estoy atrapado en mentiras que creí verdades, estoy persiguiendo un fantasma ya aburrido de mí…