La muerte, mi eventual recuerdo

Siento mi nuevo estado de ánimo, nueva vida,
la canción del infierno que anuda mis oídos,
el fuego helado que consume mi madera,
mi sangre, es ceniza que vuela por los aires,
mi cabeza, un caldero de esperanza,
que se ha derramado buscando salida,
como la lava del volcán de mis ojos,
huyendo de mi mismo, para escabullirse, de la muerte.


El miedo se apodera de los sentidos,
es un imperio de mil almas mensajeras,
entra a mi mente y me derrota,
su mejor aliado, su mano derecha,
apuesta nuestra alma al mejor postor,
el cielo y el infierno son jueces, y testigos,
ellos deciden, maldad o bondad, cual sea,
el péndulo oscila, el cielo se oscurece, se acerca la noche.


Mis huesos son las agujas del reloj,
que hacen correr el tiempo, se agota,
debo huir de él, para no perder mi esencia,
que mi aroma se impregne en una piedra,
una mujer la encuentre después al visitarla,
la bautice, y guarde una poción, sea su propiedad,
una energía ancestral, que invada el lugar,
después de todo, siempre seré, un eventual recuerdo.

 

demasiado buen poema
profundidad de tus letras, sentimientos que representan bien la muerte, muy buenas comparaciones y la forma en la que defines las cosas y sobre todo una buena imaginación.

te dejo mis 5 estrellas como siempre

saludos Edward

 

Buen poema Edward. Te doy la bienvenida y espero tener el gusto de volver a encontrarme con tus letras.

Hasta pronto.

 

amigo buen poema.
la muerte hace parte de la vida por que tarde o temprano es el fin del existir, por mas que se busque es una realidad
que no se puede evitar ni cambiar, solo aceptar.
pero mientras eso ocurre no desperdiciemos la vida en cosas vanas por que cuando se apague ya no se vuelve a encender.