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La muerte y la vida.

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por percio, 7 de Diciembre de 2010. Respuestas: 3 | Visitas: 842

  1. percio

    percio Poeta asiduo al portal

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    Cada vez mas se agranda la lista de compañeros fallecidos cuando empiezas a descontar cuarenta inviernos y una rama del árbol de la vida se marchita con cada hoja que cae, con cada compañero que nos deja, evento natural al que todos, ricos y pobres estamos sujeto.
    Me siento tentado a hablar de la muerte con palabras vivas, ya que lo único que redime la tristeza de una muerte, es la belleza de la vida.
    La muerte, es el máximo limite, que nos impone la vida. El cuarenta por ciento las produce nuestro corazón, justo cuando empieza la segunda juventud.
    El corazón para algunos es un órgano musculoso, para otros es el centro de nuestros sentimientos.
    Hay quien trata de alejar la muerte llenándolo de ejercicios, otros nutriéndolo de buenos sentimientos, pero la balanza de la realidad, nos indica que el equilibrio es quien decide en la vida.
    El exceso de responsabilidad, también conocido como estrés, lo debilita y detiene, y la falta de esta, crea al cobarde.
    El cobarde, egoísta e irresponsable, llega a vivir mucho mas que todos nosotros, no se estresa por los problemas suyos y mucho menos por los ajenos, no tiene preocupaciones mas que los necesarios para su ego, vive a la espalda de todo el mundo, buscando robar la oportunidad del arriesgado, desconoce la vergüenza y vive en sus peores momentos de la lastima, aun así sigue su larga y miserable vida. En fin este será su castigo.
    Dejar nuestro corazón al amparo de una sola persona, lo fortifica, pero cuando esta nos abandona, morimos con el corazón roto, caso clásico de los abuelos cuando uno de los dos muere.
    Pero no midamos la vida en años, mejor midamos la esencia de la vida. El cobarde vive para escribir la vida del valiente. Con el tiempo el cobarde se pierde en la historia y la historia nace por los osados.
    Hay que tener valentía en la vida para vivirla, disfrutarla y entregarla si fuera el caso, por defender sus valores.
    Están los que con sabio equilibrio llegan a sumar tantos años como cuentas en el rosario de un pecador, cofres de conocimientos a causa de ver como el humano repite error tras error, jueces silenciosos de tanto dar consejo a oídos sordos. Nunca ninguno de ellos ha temido a la muerte, la espera cual amiga que los transportara a un sitio donde tal vez hallan nuevas esperanzas. A ellos , los longevos, mis mas sentidos respetos.
    La huesuda nos rondara desde que nacemos, pero en estos momentos, ella será tan pequeña, como grande la vida.
    Cuando de niños crecemos, algún día la toparemos, como ese día que fuimos a la tumba del abuelo.
    Y mientras nuestros cuerpos se van llenando de hormonas, la vida es una tormenta , de remolinos y cambios, la muerte que espera ansiosa, se queda a vestir santos, por eso lleva su cuerpo cubierta de huesos blancos.
    Pero la joven muerte acecha, en el exceso de nuestros actos, y detrás de la falsa imagen de eternidad que a la juventud rodea, nos llenamos de desvelos, tabaco , fiestas y ron, damos rienda a los sentidos, sumergiendo la razón, en el pozo del olvido. Pero siempre la factura nos llegara con los años.
    Aun con todo esto, todos deseamos quedarnos por siempre viviendo en esta estación, porque nunca la vida es tan fresca y palpable, como cuando llega la pasión , la enfermedad se detiene, el obeso cambia su obsesión, hasta el sudor es perfume, en el seno del amor, el pelo se vuelve seda, la piel se nos tonifica, cuando los amantes deciden enredarse con caricias, Y así empieza la escalada de sentimientos y emociones, que solo alcanzan la dicha cuando sus cuerpos exhaustos apagan sus intenciones.
    El sol suplanta a la luna , empezando un nuevo día y como un cuento de hada revivimos de su sueño a nuestra musa adorada.
    El amor nos da salud, ya que las bacterias mueren en este coctel hormonas, pues aun el beso sabe fresco, cuando la mañana asoma.
    Cuando esta etapa llega, nada, pero nada es mas importante que amarse, se vive tan intensamente, que los días se vuelven horas, la responsabilidad de clases y trabajo se desmorona, señal inequívoca que encontramos, a la persona mas importante que nos acompañara en este viaje llamado “vida”.
    Durante este periodo es importante dejar las huellas mas profundas que podamos, ya que con el tiempo , la droga de la pasión saturara nuestro cuerpo haciéndolo inmune y esta fuerza arrolladora nos abandona . Mas las huellas dejadas en la pasión empiezan a forjar otro sentimiento menos intenso, pero mas fuerte llamado amor, este cual pegamento mantendrá amarrados estos dos mundos y reforzara su unión en los momentos mas débiles con fugaces recuerdos de su añorada pasión.
    Hay quien queda adicto al sabor de la pasión y gastara su vida viajando de corazón en corazón, teniendo al final del viaje una interminable lista de conquistas, pero lamentablemente ninguna victoria, y aquel que un día fuera un icono del deseo, hoy tan solo mendiga a sus hijos, una lastimosa compañía con cara de humillación.
    Cuando sembramos la semilla de la familia, nacen el sinfín de responsabilidades, las circunstancias endurecen nuestro tallo permitiéndonos crecer, el trabajo curte nuestro cuero, haciéndolo mas duro ante los golpe, madurar duele porque dejamos atrás los gustos fugaces de una juventud que se nos escapa entre las manos, pero el sacrificio se ve opacado por la felicidad que solo un hijo puede dar, cuando sus peores temores se apagan, al dormirse en tu pecho.
    Procreamos nuevas vidas, construimos ideas y edificamos logros, estos poco a poco irán creando la estela que dejamos atrás con cada paso que damos y conformaran la biografía de nuestras vidas.
    Así que la vida hay que vivirla, pero no hay que medirla, hay que apreciarla pero no adorarla, pues si hemos tenido un viaje llenos de altos y bajos , donde sembramos cariños y cosechamos alegrías, con pecados que duran la construcción de un perdón, donde nuestras huellas serán los actos de valentía o cobardía, y nuestra herencia será los hijos que educamos con paciencia y amor , no el dinero acumulado, ni monumentos erguidos, pues el día que partamos nada se ira contigo.
    La muerte acecha , y cualquier día su flecha alcanzara el objetivo, mas no le temas, deja todo preparado y vive como si fuera este tu ultimo día, intenso, no lo desperdicies odiando, rodéate de amigos y familia, estos te acompañaran en tu funeral y algún día volverán a estar juntos, estés donde estés, según las enseñanzas que les hallas transmitido, mas las cosas..... dudo mucho que las vuelvas a ver.
    El día que te toque despídete con una sonrisa, reflejo de la satisfacción del deber cumplido, pero para tener esa paz tienes que empezar desde ahora mi estimado amigo(a).
     
    #1
    Última modificación: 7 de Diciembre de 2010
  2. lomafresquita

    lomafresquita Poeta que no puede vivir sin el portal

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    ¡Hola, Percio! La vida y la muerte , según mi humilde opinión, son la misma cosa.Desde el momento que empezamos a vivir, comenzamos a morir. Es un proceso único, un misterio que puede llevarnos la vida entera desentrañarlo. Yo, personalmente, creo que merece la pena desentrañarlo. Aunque, de antemano, sabemos que es perder el tiempo en quimeras. No obstante, en ese misterio, está encubierta nuestra propia identidad: de dónde venimos, hacia donde vamos, qué propósito encierra nuestra vida. Hasta ahora, sabemos lo que perdemos con la muerte. Muchas veces, la muerte de un ser ligado profundamente a nosotros, nos arrastra a abismos muy difíciles de escalar; entonces nos debatimos entre seguir malviviendo o soltar las amarras de nuestra barca e irnos a la deriva, porque la vida ha perdido su sentido (que no es otro que el que cada uno/a personalmente le da). Me encantó enormemente leerte. Besos perdidos en la inmensidad sin final.
     
    #2
  3. ranula

    ranula Poeta que considera el portal su segunda casa

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    "lo que me queda por vivir seràn sonrisas porque el dolor ya de mi vida lo expulsado, lo que me queda por vivir es solo el tiempo que tu le puedas dedicar a nuestras vida... cuanto me queda yo no se, ni necesito conocerlo, si es mucho o poco que màs da...
    Yo esperaré la muerte con una sonrisa quizas me coja miedo y se arrepienta... EXCELENTES PROSAS AMIGO MIO.
     
    #3
  4. percio

    percio Poeta asiduo al portal

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    Mi estimada Lomafresquita, gracias por tu comentario, a veces en nuestras oraciones pedimos mas muerte, fundamentalmente el enterrador de los cementerios cuando se le esta acabando el trabajo, jeje, es una bromita. La muerte para algunos es inspiracion, pues aunque dolorosa resume la vida de uno, y con ella se dan la mayoria de los perdones imperdonables, es un salto hacia lo que aun no conocemos.
    Un abrazo .
     
    #4

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