"La Mujer Vanidosa"

De vanidad se murió
al infierno llegaría
al diablo asustaría
con todo lo que pidió.
Le preguntó a Lucifer
cual era su habitación,
la quería de algodón
o bien que fuera de plumas,
también quería de espumas
un sedoso almohadón.

Le dijo: Soy mujer bella
cuido mucho mi belleza,
tengo labios de cereza
y mirada como estrella.
Quiero aire acondicionado
pues no soporto el calor,
a mi piel le da escozor,
es mi cutis delicado,
lo conservo bien cuidado
porque eso me da esplendor.

Mi desayuno es liviano:
Tostadas con miel de abeja
pues mi figura se queja
y en conservarla me afano.
No como nada grasiento,
almuerzo con vino tinto,
no quiero nada distinto
si me engordo hay celulitis,
la grasa me da gastritis
y no podré usar el plinto.

Se quedo el diablo asustado
con tanto requerimiento.
haciéndole un movimiento
llamó al diablo del mandado.
Le ordenó en forma sonriente:
Vete a buscar la señora
que fue artista encantadora,
la del cuerpo de guitarra,
la que hoy es una chatarra
que parece una espora.

Se fue el diablito al mandado,
volvió con la Eva Gabor,
a la otra le dio estupor
como había terminado.
Entonces Luzbel le dijo:
Ya termina con tu cuento,
aquí seras esperpento
que te volverás ceniza,
aúnque tu piel se eriza
serás un polvo mugriento.!

Autor: Aníbal Rodríguez

 

Muy bien escrito, Aníbal. Sin odio. Con finura, como los buenos.

 

Gracias mi muy apreciado Nommo.
Mi fraterno saludo.

 

Muy buen escrito me encanta lo melodioso y al mismo tiempo el mensaje que quiere dar, la mujer vanidosa si bien es cierto a los ojos de cualquier hombre es hermosa pero es muy codiciada y eso genera un problema , la vanidad siempre necesita de halagos y esos halagos después se convierten en otra cosa.
Saludos señor Aníbal , espero que Jinotega este bien.
Saludos fraternos de su lector Manuel Baltodano.

 

Muy bello poema, original su idea central y muy bien desrrollada por el poeta, me ha gustado mucho amigo Anibal. Un abrazo. Paco.