La niña del almanaque

La niña del almanaque.
Cuenta una leyenda en un pueblito no muy lejos de aquí, existía una casita, no muy grande ni de lujo., más bien modesta, con lo esencial para vivir.
En ella habitaba una señora rubia, muy bonita, Dedicada a su hogar y a sus hijos, dos niños, de tres y dos años, de ojos grandes y verde claro el mayor y el más pequeño de ojitos marrón claro. Feliz vivían juntos, ella procuraba tenerlos limpiecitos y bien educados. Por las tardes se iban al campo o pista de aviación, cuando no lo hacían, el peño le decía a su madre: mama mama, valla campo, vaya campo mama, con esto él la apresuraba para que los llevara a jugar al campo,
A divertirse como todo un nuño muy feliz. Era una dicha enorme para su mami verlos correr, saltar jugar y hacer cualquier travesura. Los fines de semana esperaban a su esposo que regresaba de su trabajo cansado pero con ganas de ver a sus hijos. Era una familia feliz, que más se podría pedir. Para principios de año se acostumbraba que los dueños de tienditas donde se conseguía los víveres para el día o para toda la semana, según fuera el caso, regalasen almanaques ilustrados con un sinnúmero de imágenes, desde bebes, niños o niñas, muchachas o muchachos de buen porte, así como caballos, u otro tipo de animal doméstico o salvaje. Que colores y que paisajes tan bonitos, bueno, te enamorabas al verlos. Cerca de su casa había una tiendita con un personaje peculiar para vestir y hablar, nos contaba cuentos, chistes, legendas y todo tipo de fantasías, por cierto se llamaba Don Olegario, si así como lo oyen, don Olegario, vaya tipo. De cariño le decían don Ole, para no gastar letras, que en ese entonces era poco lo que se tenía para gastar , unos cuantos centavos, pero cuanta galleta de animalitos se compraba con tan solo diez o veinte centavos, que época tan más bonita, bueno en fin, se acercaba diciembre y don Ole pues dispuesto a regalar sus almanaques. En esos días se acercó la señora dispuesta a comprar algunas cosas que le hacían falta. Compro lo indispensable y al momento de partir, don Ole la llamó y le dijo: tome señora, le obsequio este almanaque, ya saben, con el nombre de su tienda y algunas otras cosas más, claro que era una sorpresa el almanaque, no sabía que se encontraría en él, dado que lo entregaba bien arrolladito con una liga. La señora lo tomó y lo llevó a su casa, para colgarlo en la pared y darle la utilidad que corresponde. Preparó el desayuno, muy rico para sus dos niños y su esposo, hasta entonces no había abierto el almanaque. Ya entrada la tarde se dispuso a abrirlo. Le quito la liga, lo desenrolló y él estaba una hermosa niña de ojos claros, blanca como la nieve, hermosa, se le quedó viendo y si más. La colgó en la pared de su humilde casa, le daba vida a su casita esa niña en la sala y en general a toda su casa. Cada vez que pasaba por allí, la miraba fijamente, primero unos cuantos segundo, luego unos minutos y luego horas. Su corazón de madre decía: tengo dos hijos preciosos, pero, me falta una niña, si, una niña, tan linda y tan bonita como la del almanaque.
Y así pasaron los días, los meses, hasta que, con cariño y amor, esperaba la llegada de su tercer hijo, o hija, lo que quisiera dios. Claro que para ella, sería un gusto que fuera niña, si, una niña, linda y bonita como la del almanaque. Lo deseaba tanto que no se despegaba de la foto de la niña rubia, bueno, ya hasta dormía con ella, con la foto, siempre deseando, siempre pensando en su linda bebe. Y llegó el día, el día de dar a luz a su tercer bebe, esperado con ansias, con ilusión…
Se escuchaba llorar a la niña, claro ella no la podía ver, pues la tapaban algunas sabanas usadas en ese entonces. Hasta que la señora que la atendió le dijo: Señora, es una hermosa niña, blanca como usted y sus ojitos claros. La señora lloró de alegría de ver a su hijita, la abrazó y la besó, la acurrucó en su pecho, le dio de beber y se durmieron profundamente. En sueños le daba gracias al divino creador por haberle mandado una niña sana. Hoy es una mujer muy hermosa, es una flor. Cuando desees algo, deséalo de corazón
y te será concedido…
Fin.​

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Es una historia de la vida real...

 

¡¡¡Muy bello...!!! Te mando Reputación y estrellas
un abrazo
Rosario

 

Precioso relato, es una historia hermosa que todos anhelamos. Aunque si te digo mi verdad, esa narrativa es como mi vida, aunque tambien te dire que en mi vida cambiaron muchas cosas. Gracias por prestarnosla. ABRAZOS

CONCURSO DE MICRORRELATO
http://www.mundopoesia.com/foros/mundo-prosa-informa/408440-concurso-de-microrrelato.html

 

Gracias Rosarito, esta basado en un hecho real.. besos...

 

Hola, saludos, que bien que te identificaste con este relato... me dio gusto que te gustara.. besos..

 

Cuanta dulzura Ojicafes, dulce, dulce.... Un hermoso cuento, felicidades, me encantó, muchas gracias

Abrazos

 

Abrazos y besos para ti por pasar por este relato...

 

Hermosa historia. Es verdad, el poder de la mente es muy fuerte y he comprobado
que mentalizarse en algo que uno quiere, en algún momento lo tendrá, lo verá, lo vivirá,
dependiendo de cual sea su deseo más querido. A la señora, de tanto mirar el
lindo almanaque, gracias a la preciosa niña, es posible que su viente se haya mimetizado
con la imagen de tanto verla y a la vez pensar en su hijita que vendría pronto.
Un Prosa rosa, de que cómo debería ser el mundo, el nuestro, el de todos, sencillamente
sencillo. Me gustó mucho leerte y visualicé también todo por lo bien explícita que está
en su descripción.
Te dejo un abrazo. Muchísimas gracias por compartir tu Prosa bella.
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Sabes Margarita, es una história de la vida real....besos ....

 

pre------------------cio---------------------soooooooooooo, muy lindo ojicafes, felicidades por esta bella entrega amigo, te dejo estrellas y un abrazo inmenso.
Pincoya

 

Gracias pincoyita por tomarte tu tiempo de leer y comentar este relato... besos tropicales..